La concesión del crédito al consumo resiste, al menos de momento, el golpe de la espiral creciente de la inflación y las dudas sobre la situación económica. Los bancos aún no perciben señales de agotamiento en la demanda de este tipo de préstamos en la antesala del verano y han disparado un 22% la concesión mensual. Hace un año el ritmo de crecimiento era del 8%.
La financiación al consumo, sobre todo para comprar bienes como electrodomésticos y automóviles, se considera como uno de los principales termómetros de la salud de la economía. La inflación ha superado ya el 10% y pone en riesgo la capacidad de los hogares para afrontar gastos, lo que puede suponer un freno en el consumo. Los inversores y analistas han encendido las alarmas sobre una posible recesión en España, aunque el nuevo crédito al consumo aleja el fantasma de una caída del PIB.
Los bancos aún no han notado una bajada de la demanda por la incertidumbre económica", según explica un responsable de banca de particulares de un gran banco.
"Aún no hemos notado una bajada de la demanda por la incertidumbre y la inflación", explica un alto directivo de unos de los bancos del Ibex 35. La nueva financiación al consumo, sin tener en cuenta el negocio de las tarjetas de crédito y revolving, alcanzó los 2.709 millones en mayo, según los últimos datos del Banco de España. Se trata del máximo mensual en lo que va de año. Mayo suele ser un mes fuerte en la concesión de crédito para sufragar gastos extra de cara al verano, pero este año está casi un 8% por encima del dato de 2021.
Además del golpe del aumento de precios y la pérdida de poder adquisitivo de los hogares, este segmento de negocio de los bancos está resistiendo a tasas de ahorro históricas. Los depósitos de las familias han batido récord de forma consecutiva desde la pandemia y ya atesoran casi un billón de euros.
El ahorro influye en el crédito al consumo
Santiago Carbó, catedrático de la Universidad de Granada y director de finanzas de Funcas, destaca que el crédito al consumo despega a pesar de que el ahorro está en máximo, lo que reduce drásticamente las necesidades de financiar determinas compras. De enero a mayo los bancos acumulan casi 12.000 millones en nueva financiación al consumo. Se trata de un aumento del 6% respecto al mismo periodo de 2021, pero representa una caída del 17% respecto a los niveles preCovid.
Las entidades también descartan que en los próximos meses afloje la demanda de crédito al consumo y confían en igualar el ritmo de antes de la pandemia pese a la incertidumbre sobre la economía. Aunque está claro que la prueba de fuego será la vuelta del verano y dependerá de si se frena la espiral de aumento de precios en otoño, como reconocen fuentes próximas a los principales bancos españoles. Este negocio suele comportarse muy bien en noviembre, en vísperas de las navidades y con el impulso de las rebajas del Black Friday. En 2019, el crédito nuevo al consumo cerró en términos acumulados por encima de los 36.000 millones.
Este tipo de préstamos no suelen concederse sobre importes muy elevados y suelen ofrecerse a tipos de interés más altos que otros créditos con garantía, como las hipotecas. El tipo de las nuevas operaciones se acerca al 7%, aunque lejos de casi el 9% de hace ocho años.