Por primera vez desde la crisis, en nuestro país se construyen más viviendas nuevas de las que se venden a lo largo del año. Según el último informe del Colegio de Registradores, durante 2018 el número de visados por obra nueva superó la compraventa de inmuebles a estrenar en más de 10.500 operaciones. Es un dato que no se producía desde 2008, hace más de 10 años.
Estas cifras marcan un punto de inflexión en el mercado, que llevaba años estancado en un proceso de absorción del stock existente, ya que la construcción de inmuebles se paralizó tras el estallido de la burbuja inmobiliaria en 2007. No obstante, continúan a años luz de alcanzar las cifras de la conocida como 'fiebre del ladrillo' previa a la crisis.
Según apuntan desde el Colegio de Registradores, el cambio de tendencia “es fruto de las favorables expectativas” por parte de los promotores inmobiliarios, ya que aprecian una demanda creciente por parte de la población. “En cierta medida podemos indicar que el sector, dentro de su habitual sentido estático, vive pequeños procesos de transformación, aunque caracterizados por una velocidad mucho más lenta que otros sectores económicos”, han asegurado.
El año pasado fue el primer año desde 2009 en el que el número de permisos para construir viviendas nuevas superó las 100.000 unidades, una cifra récord en más de nueve años. Concretamente, en el crecimiento interanual de visados de obra nueva ha sido de casi un 25%, lo que se traduce en cerca de 20.000 inmuebles más que el año pasado.
La vivienda usada reina en el mercado
No obstante, a pesar del incremento en la construcción de viviendas nuevas, la vivienda usada continúa dominando el mercado. Durante el último año, el número de compraventas en España se ha disparado. Ha llegado a alcanzar las 516.680 operaciones -un 11,3% más que en el ejercicio anterior- el mejor dato en una década. De todas estas operaciones, más del 82% corresponden a vivienda usada.
Para Daniel Cuervo, director gerente de Fundación de la Asociación de Promotores Inmobiliarios de Madrid (ASPRIMA) resulta "muy positivo para la economía" que la cifra de visados de vivienda haya superado durante 2018 las 100.000 unidades, si bien ha apuntado que llevan creciendo desde el 2015.
También ha señalado que con respecto a las compraventas de vivienda nueva, hay que tener en cuenta que "son aquellas que se han visado en los años anteriores puesto que tienen un plazo de construcción de 18 a 22 meses" lo que explicaría que parte de las viviendas visadas durante los años 2015 y 2016 fueran las inscritas en el Registro en 2018, que es cuando se entregan a sus compradores.
En ese sentido, todo apunta a que la construcción de vivienda nueva va a mantener un buen ritmo de crecimiento, ya que de acuerdo con los datos del Ministerio de Fomento equivalentes a enero de 2019, el arranque del año ha mantenido esta tendencia al alza. Durante el primer mes del año se concedieron visados de obra nueva para 9.306 viviendas, lo que supone un 39% más que en enero de 2018. Además, es el mejor arranque de año desde enero de 2009.
Cuervo se suma a este análisis. "Si las perspectivas del mercado residencial se mantienen es muy probable que se repita, puesto que los crecimientos de los visados son superiores al 20% anual", ha señalado. "No obstante, hay que tener en cuenta que existe un desajuste por el periodo de construcción de las mismas y, sobre todo, que no computa como compraventa hasta que no se firma en notaría y no se inscribe en el registro", ha añadido prudente.
¿Burbuja inmobiliaria?: "En ningún caso"
Las ventas continúan creciendo, pero los precios también. Según el estudio 'Índice de Esfuerzo Inmobiliario' de ST Sociedad de Tasación publicado ayer, el precio medio de la vivienda aumentó un 2,7% durante la última mitad de 2018. A nivel anual la variación de los precios de la vivienda nueva se situó en un 5,5%. Esto se traduce en que, de media, los españoles necesitan destinar el equivalente a su suelto íntegro durante más de 7 años para poder adquirir una vivienda de tipo medio.
No obstante ayer, durante la rueda de prensa en la que se presentó el informe del Colegio de Registradores, su director de relaciones institucionales, Fernando Acedo-Rico Henning, aseguró que los datos "en ningún caso" demuestran España esté atravesando por una burbuja inmobiliaria.
Bajo su punto de vista, estos datos alejan la existencia de una burbuja inmobiliaria, puesto que esto "no ocurría ni mucho menos durante el boom". "El mercado volverá estar más sano cuando la vivienda nueva vaya aumentando, ya que esto implicará que el crecimiento no sea tan asimétrico", apuntó, en declaraciones recogidas por la agencia de noticias Europa Press.