"Es como tener una soga en el cuello". Así resume su situación Carlos Núñez, un joven chef de 25 años que vive en Barcelona y que lleva sin tener ingresos desde el 16 de marzo, cuando la empresa propietaria del restaurante donde trabaja se acogió a un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE). El Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) aún no ha tramitado su solicitud para recibir la prestación por ERTE.
Su caso no es único. A poco menos de una semana para que se levante el estado de alarma, miles de personas siguen sin cobrar la prestación por ERTE y sin tener una resolución favorable o en contra de su solicitud. El alto volumen de solicitudes, unido a la escasez de recursos tecnológicos y humanos en el SEPE, según denuncian los sindicatos, han dejado un reguero de dramas familiares y una cifra de afectados superior a la que reconoce el Ministerio de Trabajo.
"En abril tuvimos que pedir dinero prestado para poder hacer frente a los gastos de casa, y este mes ya no tenemos ni para pagar el alquiler", lamenta Esther Lozano, una teleoperadora de 36 años con un hijo de tres años a su cargo. El 11 de mayo comenzó a trabajar de nuevo, pero aún no ha percibido la prestación, a pesar de que en la página del SEPE su solicitud aparece como "autorizada y reconocida".
Según el Ministerio de Trabajo, entre el 16 de marzo y el 31 de mayo, el SEPE ha reconocido y abonado 3.748.009 prestaciones por ERTE, lo que representa el 98,5% de todas las solicitudes presentadas. Sólo quedarían por tramitarse unas 56.220 solicitudes, de acuerdo a los datos del Gobierno, que atribuye estos casos pendientes a errores cometidos por las empresas a la hora de rellenar las solicitudes para sus trabajadores.
Sin embargo, en un documento interno enviado el pasado viernes 5 de junio a sus trabajadores, al que ha tenido acceso Vozpópuli, el propio SEPE admite que hay al menos 142.926 solicitudes que se encuentran en un limbo administrativo (no consta ni su reconocimiento ni su denegación), como consecuencia de errores detectados en el programa informático utilizado para tramitarlos, llamado Hope, mientras sindicato mayoritario de funcionarios, CSIF, asegura que todavía quedan por resolver cerca de 200.000 expedientes.
La misión imposible de contactar con el SEPE
"Nadie me da una explicación. Contactar con el SEPE es una misión imposible. Cuando llamas las líneas están colapsadas siempre y por email tampoco contestan", señala Esther Lozano. En la empresa en la que trabaja, Majorel, hay compañeras que ya han cobrado el ERTE y también otras a las que el SEPE les ha abonado más dinero del que le correspondía cobrar.
"A mí me han ingresado 400 euros de más, porque en mi solicitud pone que el ERTE terminaba el 9 de junio, cuando en realidad estoy dada de alta desde el 11 de mayo", confirma su compañera Laura Piedrabuena. En el expediente de solicitud presentado por su empresa no se indicó el 9 de junio como fecha del fin del ERTE. "He intentado contactar con el SEPE para saber cómo y cuándo devolver la diferencia, pero es imposible", añade.
Otra compañera de ambas, Nerea Jiménez, cobró en mayo lo que le correspondía por el ERTE de marzo y abril. Sin embargo, su familia también se encuentra en una situación complicada porque el banco les ha quitado los 1.240 euros que le habían adelantado a su marido por el ERTE en mayo.
Hasta 30.000 beneficiarios tendrán que devolver la prestación
"Siento como si nos acabaran de robar. El banco nos llamó el lunes para decir que nos habían quitado de la cuenta los 1.240 euros que nos habían adelantado por la prestación, porque ahora el SEPE dice que mi marido no cumple con los requisitos", explica Jiménez.
"Nos hemos quedado con un descubierto de 600 euros en la cuenta, estamos asfixiados y hemos tenido que pedir un préstamo para salir de números rojos sin que nadie nos explique por qué mi marido no cumple ahora los requisitos y, sin embargo, a los cinco compañeros del taller donde trabaja sí que les han autorizado y pagado la prestación", remacha.
Hasta 30.000 beneficiarios tendrán que devolver a los bancos el pago anticipado que habían recibido por los ERTE por errores en la información que el SEPE facilitó a las entidades bancarias. Los principales bancos españoles han comenzado a reclamar a sus clientes ese dinero ya ingresado de las prestaciones, según adelantó El Confidencial.
Del ERTE a los comedores sociales
En el restaurante Fairuz, en Madrid, sus siete empleados no han cobrado todavía la prestación. "Desde el lunes cuatro de ellos aparecen como aprobados en la web del SEPE, pero no han cobrado, y los otros tres ni siquiera aparecen en el sistema. Nosotros presentamos la solicitud de todos por igual pero no sabemos qué pasa", indica su gerente, Sami Jbeili.
"La situación para las familias de alguno de estos trabajadores es dramática, algunos incluso han tenido que pedir ayuda y alimentos a ONGs porque llevan sin tener ingresos desde marzo", añade.
El SEPE ha anunciado que actuará de oficio para corregir las prestaciones que no se están pagando de forma correcta al haberse tramitado sin tener en cuenta el número de hijos a cargo del beneficiario
Fallos dectados en el 'Hope'
En el documento interno enviado a sus trabajadores el pasado 5 de junio, el SEPE reconocía la existencia de 142.926 expedientes que aún no han sido aceptados o denegados por fallos detectados en el programa informático Hope, que se puso en marcha en plena pandemia para paliar la obsolescencia de las aplicaciones con las que están obligados a trabajar los funcionarios del servicio público de empleo.
"El Hope es una aplicación que se creó sobre la marcha para automatizar el proceso y, aunque a es cierto que en general ha servido para agilizar la tramitación de los expedientes, también ha dado bastantes fallos", señala un empleado del SEPE que pide no ser identificado. "Cuando la solicitud incluye algún dato erróneo en el DNI, número de cuenta o CIF, el Hope rechaza esa petición automáticamente y somos los trabajadores del SEPE los que tenemos que completar la solicitud a mano", añade.
El mismo documento interno sobre el Hope, señala que hay otras 27.852 personas a las que se les ha denegado de forma automática la prestación a porque ya están percibiendo otra prestación, y otras 29.398 personas que son autónomos y, por tanto, no pueden cobrar la prestación por ERTE.
Los trabajadores del SEPE, desbordados
Los trabajadores del SEPE afirman haber recibido la consigna de que nadie se quede sin cobrar, y algunos aseguran que se están tramitando solicitudes antes incluso de que los ERTE presentados por las empresas sean autorizados por la Consejería de Empleo de la comunidad autónoma correspondiente.
Los funcionarios del SEPE dicen estar desbordados, realizando jornadas maratonianas de trabajo, plagadas de horas extra, y semanas de seis y hasta siete días laborables para intentar tramitar los expedientes y corregir los errores detectados.
"En muchos casos nos hemos encontrado con cuentas bancarias incorrectas, DNIs incompletos y otra serie de datos que hacen imposible que se pueda tramitar la solicitud", asegura una trabajadora del SEPE consultada por este periódico. "Pero también es cierto que estamos absolutamente desbordados, trabajando los siete días de la semana y haciendo muchas horas extra, y eso puede hacer que cometamos algún fallo o que se pierdan documentos", añade.
El SEPE ha anunciado que actuará de oficio para corregir las prestaciones que no se están pagando de forma correcta al haberse tramitado sin tener en cuenta el número de hijos a cargo del beneficiario. La prestación tope, equivalente al 70% de la bese reguladora, es de 1.089 euros para personas sin hijos, mientras que asciende a 1.254 euros si el beneficiario tiene un menor a su cargo y a 1.411 euros para las personas con dos hijos.
Sin embargo, el formulario que rellenan las empresas para solicitar la prestación a sus empleados no se incluye ninguno sobre su situación familiar. Por lo que los ERTEs aprobados hasta el momento no han tenido en cuenta el número de hijos de los beneficiarios. "Ya damos por hecho que corregir todos los errores puede llevarnos hasta Navidad", indica una funcionaria del SEPE.