Economía

El plan del Gobierno con la CNMC: aislar al PP, empoderar al PNV y controlar la Comisión de Energía

El organismo regulador se convierte en una ambición del Ejecutivo en su nueva estrategia de “mayor participación” en las empresas. Un movimiento que hará al margen de la oposición

  • Pedro Sánchez junto a la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, y tercera, Teresa Ribera. -

Es un secreto a voces en los círculos de poder económico que el Gobierno quiere aumentar su influencia entre las grandes empresas del país. De hecho, algunos portavoces de Sumar y de Podemos han incidido en varias ocasiones en la necesidad de que las empresas estratégicas dispongan de una participación pública. El caso de Telefónica es el ejemplo. Allí, la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales prepara desde diciembre su entrada con hasta un 10% de las acciones de la compañía. Para avanzar en este plan, es importante tener en una posición favorable a la Comisión Nacional del Mercado y la Competencia, de ahí que los pasos que ha dado Moncloa hasta el momento se encaminen a ganar peso en el regulador.

Pedro Sánchez y Yolanda Díaz pactaron -antes de la investidura- romper este organismo para resucitar la Comisión Nacional de Energía y controlar uno de los sectores del tejido productivo español que más choques ha protagonizado con el Ejecutivo. 

El plan está en marcha. Como adelantó Vozpópuli, las negociaciones para la creación de la Comisión Nacional de Energía están avanzadas y es cuestión de días que el Consejo de Ministros ponga encima de la mesa su creación. El respaldo será unánime entre todos los miembros del Ejecutivo tras el pacto de Gobierno y porque la única voz que había manifestado dudas sobre este plan en el pasado, Nadia Calviño, no podrá liderar una oposición desde Luxemburgo. 

El contexto es importante para entender lo que puede pasar a partir de ahora. La CNMC se encuentra en una situación de debilidad con sólo 7 consejeros, frente a los 10 que deben componer su consejo, según la ley. Dos de estos vocales tienen el mandato caducado: Bernardo Lorenzo y Xabier Ormaetxea. Por lo tanto, Carlos Cuerpo, el elegido por Calviño para sucederle en el Ministerio de Economía, debe proponer cinco nuevos consejeros al Consejo de Ministros. Es decir, la mitad del pleno. No es un número menor.

Como insisten fuentes gubernamentales, el ‘recién llegado’ de Cuerpo, tendrá una menor influencia que Calviño para oponerse, durante la deliberación, a María Jesús Montero, Teresa Ribera, Yolanda Díaz o el propio Pedro Sánchez. Eso podría hacer que los cinco nuevos consejeros de la CNMC tengan un perfil más político que técnico. Es un posible escenario, no confirmado, pero al que temen las empresas de los sectores regulados.

La pasividad del Partido Popular

El plan podría aislar al Partido Popular de este regulador. Los 10 consejeros de la CNMC suelen ser un reflejo de la representación de cada partido en el Congreso de los Diputados, pero el equipo de Alberto Núñez Feijóo no ha querido dar batalla en este organismo, como evidencia el silencio absoluto con el tema relacionado con la creación de la Comisión Nacional de Energía y como no ha sucedido con el Consejo General del Poder Judicial. 

Pedro Sánchez podría aprovechar esta situación para romper la regla no escrita de conceder voz al PP a la hora de designar los tres consejeros que 'le corresponden'. Esto le serviría para alimentar su relación con uno de sus socios de Gobierno, el PNV, es decir, una formación con una relación territorial histórica con grandes empresas como BBVA, Iberdrola y Repsol.

Fuentes de la CNMC esperan que esta concesión del consejero deseado por el PNV se produzca en la Comisión Nacional de Energía, donde Moncloa y Teresa Ribera serán los grandes dominadores.

Como informaba este medio, las quinielas apuntan a una persona afín a la vicepresidenta tercera para liderar el nuevo organismo como Natalia Fabra, actual consejera de Enagás y ‘gurú’ energética de la ministra. 

Otro de los nombres que suenan es el de María Jesús Martín, actual consejera de la CNMC, ocupó el cargo de directora General de Política Energética con Ribera y acumula 13 años como directiva en la anterior CNE.

La rumorología también apunta a Mariano Bacigalupo o a alguien de su plena confianza. El marido de Teresa Ribera es consejero de la CNMV, y uno de los ‘históricos’ de la CNE, además de una de las grandes figuras energéticas del actual Gobierno, y su nombre siempre aparece en las quinielas de las empresas cuando se producen movimientos de este calado.

Apoya TU periodismo independiente y crítico

Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación Vozpópuli