El empleo podría entrar en terreno negativo en 2023 como consecuencia de la menor inversión empresarial prevista, en un contexto de mayores costes y poca ejecución 'real' de los fondos europeos Next Generation EU. Es una de las conclusiones más llamativas de la evaluación que ha hecho el Instituto de Estudios Económicos (IEE), 'think tank' de CEOE, de los Presupuestos Generales del Estado para 2023.
El punto de partida de esta afirmación es que los empresarios auguran un crecimiento económico muy inferior al que apunta el Gobierno en sus cuentas públicas: un 1,2% frente al 2,1% del cuadro 'macro' del Ejecutivo. Este repunte más moderado de la actividad económica, de casi la mitad, se explica fundamentalmente por la inversión empresarial, a la que el Gobierno fía la recuperación.
Sin embargo, el Instituto de Estudios Económicos cree que el comportamiento de la inversión será menos positivo, entre otras cosas, ante el "significativo aumento de los costes empresariales", tanto financieros como impositivos.
El presidente del IEE, Íñigo Fernández de Mesa, hizo referencia al aumento de los costes financieros, pues las empresas han aumentado el nivel de endeudamiento con los tipos de interés creciendo; pero también al aumento de costes laborales, con una subida del 35% en el salario mínimo en los últimos cuatro años y del 8,6% en las bases máximas de cotización a la Seguridad Social sólo en 2023.
De hecho, desde CEOE calculan que el incremento de las cotizaciones y del Impuesto de Sociedades el próximo año llevará la carga fiscal de las empresas a máximos históricos, situándose en el 11% en 2023, frente al 10,7% de 2022 y al 10% del conjunto de la Unión Europea.
Solo un 10% de los fondos UE llegan a las empresas
Además, otro de los factores que influye en la inversión es el uso de los fondos europeos. Los empresarios tienen poca confianza en los Next Generation EU, que tienen su razón de ser en la necesidad de reactivar las economías pero, en el caso de España, menos de un 10% del dinero ha llegado realmente a las empresas, según el servicio de estudios de CEOE.
"Los Next Generation EU no consiguen aumentar el PIB potencial en los Presupuestos, que se sitúa en el 1% en 2023, igual que en 2022, a pesar de ser un nivel significativamente moderado e inferior a lo que se esperaba con los fondos europeos", apuntó Gregorio Izquierdo, director general del IEE, en la presentación del informe.
El IEE concluye que esta es una de las explicaciones de por qué va a crecer menos el empleo: la baja ejecución de los NGEU y el menor impacto en el crecimiento económico respecto a lo que prevé el Gobierno. "No podríamos descartar que el 2023 la creación de empleo no tuviera signo positivo", recalcó Izquierdo sobre este asunto.
El Gobierno ya proyecta un comportamiento débil del empleo en su cuadro macroeconómico, con un crecimiento de apenas el 0,6%, pero si la actividad económica resulta ser más negativa de lo previsto en ese cuadro 'macro', como apuntan los expertos de CEOE, con un crecimiento más cercano al 1% que al 2%, "no se puede descartar que el empleo tenga signo negativo".
Izquierdo también comentó otro factor que podría ser aún más perjudicial para el mercado laboral en 2023: el mayor incremento de los costes laborales como consecuencia del incremento de la indiciación de los salarios al Índice de Precios de Consumo (IPC) con las denominadas 'cláusulas de salvaguarda' que demandan los sindicatos.
Aunque este no parece ser el escenario central, si los salarios acaban creciendo más de lo previsto, también se revertiría el crecimiento del 0,6% que prevé el Gobierno en sus Presupuestos y aumentaría aún más la tasa de paro, que el Ejecutivo mantiene en 2023 por encima del 12%.