La "cruzada" contra el diésel emprendida desde ciudades europeas como Oslo o París y en España por Ayuntamientos como Madrid y Barcelona y los Gobiernos catalán y balear con sus proyectadas nuevas leyes de cambio climático, a la que en el último mes se ha sumado incluso el propio Ejecutivo del presidente Pedro Sánchez, parece estar teniendo un efecto 'bumerán' -al menos en lo inmediato- dentro del mercado español del automóvil.
Según datos de la vendedora 'online' de coches Clicars, las búsquedas de coches de segunda mano diésel han empezado a caer en los últimos meses en favor de la de los coches de gasolina, en un contexto en que el mercado de los coches eléctricos crece pero sigue siendo residual.
Las búsquedas de los coches de gasolina han crecido un 60% en los últimos cuatro meses, según el registro de Clicars, representando ya en el último mes de julio el 77% del total de las búsquedas, pese a que, según los datos de esta empresa, tres de cada cuatro coches seminuevos vendidos siguen siendo diésel.
"Las recientes medidas de los ayuntamientos de las grandes ciudades de España y Europa, sumadas a las medidas y declaraciones del Gobierno, dando por acabado al diésel, están haciendo que la gente se lo piense más", dice Carlos Rivera, de Clicars. "Estamos detectando de hecho una acentuación del fenómeno tras la declaraciones de la ministra Teresa Ribera, diciendo que el diésel tiene los días contados y buscará medidas para su salida".
Tendencia anual
El fenómeno, en cualquier caso, trasciende las declaraciones de la flamante ministra de Transición Ecológica. Atendiendo a los datos que esta semana daba la patronal de concecionarias Faconauto, las emisiones de dióxido de carbono de los coches nuevos vendidos en España subieron dos gramos de media en el primer semestre de 2018, lo que acentúa la tendencia negativa que experimentó esta estadística durante 2017, cuando se incrementó por primera vez en diez años.
La propia Faconauto ha atribuido estas cifras a la caída en las matriculaciones de los coches diésel - que emiten hasta un 20% menos de CO2 que los de gasolina -, cuyas ventas se han reducido un 18,3% en lo que va de 2018 hasta junio, suponiendo ya sólo un 37% de todo el mercado.
Es indudable que hay una cruzada pero habría que dejar claro que se va contra los diésel de hace 10 años, no contra todos"
Paralelamente, confirma Faconauto, se han visto beneficiados los coches de gasolina, tecnología que ha acaparado el 56% de las matriculaciones tras un crecimiento del 35% en este 2018.
"Todo lo que se ha hablado de limitar el diésel en las ciudades, sumado a las declaraciones de la ministra, ha contribuido a crear una especie de clima contra el diésel y eso está provocando una caída más rápida de la que podía esperarse", explica Raúl Morales, de Faconauto. "Es indudable que hay una cruzada pero habría que dejar claro que se va contra los diésel de hace 10 años, no contra todos. En algunos casos se está metiendo en la misma bolsa a los coches diésel nuevos y viejos cuando es evidente que los que más contaminan son los viejos y no se puede ir contra todos por igual".