España ya figura entre los 20 países que acabarán el año con una inflación media mayor, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). El organismo, que ha actualizado este miércoles sus proyecciones para los 45 países miembros de la OCDE y el G-20, cree que España será la decimoséptima economía con más subida de precios este año, escalando cinco puestos en el 'ranking' respecto a la anterior previsión realizada en diciembre de 2021.
En los primeros puestos se sitúan Turquía y Argentina, donde la OCDE espera que los precios suban de media un 72% y 60,1% este año, respectivamente. El 'top 10' lo completan Lituania (15,6%), Estonia (14,5%), Letonia (13,3%), República Checa (13%), Polonia (11,1%), Eslovaquia (10,8%), Hungría (10,3) y Brasil (9,7%). Por debajo del 10% pero con tasas elevadas también estarán, según sus cálculos, Países Bajos (9,2%), Bélgica (9%), Chile (9%), Grecia (8,8%), Gran Bretaña (8,8%) y Colombia (8,4%).
Tras este último país, se sitúa España, con una inflación media prevista del 8,1% este año, frente al 3,2% que pronosticaba la OCDE para nuestro país hace sólo seis meses. Si se cumplen las nuevas previsiones del organismo, esta variación de los precios estará sólo siete décimas por debajo de la media de la OCDE (8,8%) y más de un punto por encima de la media de la Eurozona (7%). De hecho, España acabará el año con la inflación más alta de las grandes economías del euro, por delante de Alemania (7,2%), Italia (6,3%) y Francia (5,2%).
En general, la OCDE ha revisado al alza sus previsiones de inflación en todos los países (salvo en Arabia Saudí, donde la ha rebajado 2 décimas) respecto a las realizadas en diciembre. De nuevo, España está entre los países donde esta revisión ha sido más acusada. En concreto, es la duodécima con más aumento, al pasar de una inflación del 3,2% al 8,1%, casi cinco puntos más. Sólo Turquía, Argentina, Lituania, Estonia, Letonia, República Checa, Eslovaquia, Países Bajos, Grecia, Bélgica y Luxemburgo han recibido una revisión al alza más intensa que España.
La inflación seguirá alta en 2023
Con estos datos, la OCDE alarga la duración de la crisis de precios que atraviesa el mundo. En el apartado dedicado a España, alerta de que si bien la subida se moderará en 2023, como apuntaban la mayor parte de los analistas y organismos económicos, la inflación seguirá "alta" por el impacto del embargo petrolero de la UE a Rusia. En concreto, prevé que se sitúe en el 4,8%, frente al 1,5% que auguraba hace seis meses.
El año pasado, cuando los precios energéticos empezaron a inflar el índice de precios de consumo (IPC) a partir de verano, se cerró con una variación media del 3,1%, retrocediendo a niveles de 2011. Pero para encontrar una tasa superior al 4,8%, hay que remontarse a 1992 (sin contar el 2022, cuando podría alcanzarse el dato más alto desde 1986). Además, alerta de que "existe el riesgo de que una mayor inflación se consolide si se producen más perturbaciones en el mercado de la energía o una mayor transmisión a los precios y salarios finales".
De momento, las estadísticas de convenios colectivos que difunde mensualmente el Ministerio de Trabajo reflejan unas subidas salariales moderadas, del entorno del 2,4% hasta abril. Sin embargo, la inflación subyacente (que excluye los precios de la energía y de los productos frescos y, por tanto, es menos volátil y más representativa desde el punto de vista de la dinámica económica) se situó en mayo en el 4,9%, un nivel no visto desde hace 27 años. La OCDE espera que se mantenga elevada al menos hasta 2024, con una media anual del 4,5% este año y el próximo.
De esta forma, se percibe un contagio cada vez mayor de los precios energéticos al resto de productos y servicios. De momento, el Gobierno ha adoptado una batería de medidas que pretende prorrogar más allá de junio para controlar la subida de los carburantes y la electricidad. Sin embargo, el Banco de España (BdE) ya ha alertado de que la subvención de 20 céntimos a la gasolina favorece a los hogares de mayor renta. Además, desde que se adoptó la medida los precios han seguido subiendo, absorbiendo ya la mitad de la ayuda.
En un informe publicado esta semana, el Fondo Monetario Internacional (FMI) también ha recomendado a los países evitar medidas para toda la población, como podría ser la subvención a los carburantes, y focalizar las ayudas en los colectivos más vulnerables. Sin embargo, a diferencia del BdE, tampoco está de acuerdo con las bajadas de impuestos generalizadas, como las que ha llevado a cabo el Gobierno para abaratar la factura de la luz. El Banco de España, por su parte, asegura que estas medidas sí favorecen a las rentas más bajas y, por tanto, las considera más efectivas.