España es la segunda potencia turística a nivel mundial. Se estima que durante el año pasado, más de 82 millones de personas visitaron nuestro país, atraídos por la oferta cultural y el modelo turístico de ‘sol y playa’, principalmente. No obstante, nuestra economía cuenta con otro filón turístico bastante particular: las clínicas de reproducción asistida, un negocio que mueve más de 600 millones de euros al año.
De acuerdo con los últimos datos disponibles de la Sociedad Europea de Embriología y Reproducción Humana (ESHRE, por sus siglas en inglés), nuestro país concentra un 40% del denominado ‘turismo de fertilidad’ en Europa. Somos donde más tratamientos se realizan al año, una cifra que ronda los 120.000 procedimientos. Según ESHRE, se estima que aproximadamente un 10% de los mismos son llevados a cabo en pacientes extranjeras.
De acuerdo con los datos publicados hace algo menos de un de un año por el Ministerio de Sanidad del Registro Nacional de Actividad de la Sociedad Española de Fertilidad (SEF), un total de 12.369 tratamientos realizados en nuestro país fueron realizados en mujeres europeas de fuera de España.
Mayor flexibilidad legislativa
Los motivos por los que deciden viajar a España para someterse a una fecundación in vitro, donar sus óvulos o cualquier otro tipo de técnica de reproducción asistida en nuestras clínicas se debe a diversos factores: por un lado, cuentan con una legislación mucho más favorable que en otros países de Europa, los tratamientos tienen un importante reconocimiento internacional, implican poco tiempo de espera debido a la enorme cantidad de gametos disponibles y son bastante más económicos que en otros países europeos.
De hecho, la mayoría de las pacientes extranjeras que acuden a nuestro país en busca de una clínica de fertilidad son francesas e italianas. Las galas suponen prácticamente un 40% del total, mientras que las italianas rondan el 20%, de acuerdo con ESHRE. Italia cuenta con una de las legislaciones más restrictivas en lo que respecta a la reproducción asistida, mientras que en Francia, congelar o donar óvulos está prohibido.
De hecho, la inmensa mayoría de los tratamientos a los que se someten las extranjeras en nuestro país -un 66%- son de donación de óvulos. La afluencia de francesas que acuden a España para donar sus óvulos o congelarlos es tal que ha llegado a despertar un debate sobre la legalidad del asunto, ya que son muchas las parejas y mujeres solteras que reclaman el derecho a tener hijos independientemente de su situación.
Negocio en auge a nivel nacional
Más allá del reclamo turístico que la reproducción asistida pueda llegar a suponer, lo cierto es que es un negocio que no hace más que crecer, también dentro de nuestra población. La tendencia a retrasar la maternidad debido a las nuevas circunstancias laborales de la mayoría de mujeres en nuestro país, junto a la limitada cobertura asistencial pública o la flexibilidad legal se ha terminado en traducir en un ‘boom’ para el negocio de las clínicas de fertilidad.
Los españoles queremos tener hijos, pero los tenemos más tarde, ya sea por voluntad propia o por necesidad. Gracias a ello, el volumen de negocio agregado de los centros privados especializados en reproducción asistida alcanzó en 2018 los 467 millones de euros, lo que supuso un aumento del 4,9% respecto al año anterior.
IVI, el principal operador mundial
Se estima que el valor total de los tratamientos que se realizaron durante 2018 en España ronda los 615 millones de euros, lo que supone un crecimiento de un 30% en apenas cuatro años. De hecho, nuestro país también cuenta con cadenas de clínicas líderes, como es el caso del Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI), el mayor grupo de reproducción asistida del mundo.
La cadena cuenta con más de 70 clínicas en 13 países diferentes, como, Panamá, Chile, Brasil, Argentina, Emiratos Árabes u Omán. De acuerdo con la compañía, de media realiza más de 30.000 ciclos de fertilización al año y en sus más de 27 años de actividad, ha registrado 160.000 bebés nacidos.
A nivel general, el número de centros especializados ronda los 300, según datos del último informe sobre el sector del Observatorio Sectorial DBK de Informa. Tal y como señalan, la tendencia es que esta cifra crezca, debido “al fuerte impulso de la demanda”, lo que está fomentando un “alto ritmo de apertura” de nuevos establecimientos. Cerca del 74% del total se ubican en conjunto en las comunidades autónomas de Cataluña, Andalucía, Comunidad Valenciana y Madrid.