El Euro Digital tendrá el potencial de ser programado para que se realicen tributos de forma automática en el mismo momento en el que se haga un pago. Cuando un usuario compre, por ejemplo, un paquete de tabaco, los impuestos asociados a la cajetilla podrían pasar a engrosar las arcas de la hacienda estatal de manera instantánea.
"Respecto a la fiscalidad automatizada, las funciones aún se están debatiendo en la UE", explican fuentes cercanas a Bruselas al diario Vozpópuli. Se trata de una función que simplificaría en gran medida la recaudación y el pago de impuestos, trámites que contarían ahora con menos intermediarios gracias a la reducción de procesos. El potencial para hacerlo está ahí.
Por poner otro ejemplo, una campaña tan engorrosa como la de la Renta sería menos compleja para el ciudadano que debe pagar los impuestos y sufrir la burocracia, pero también para el Estado, que es quien debe gestionarlos. No habría que dedicar meses a hacer la declaración, ya que la tributación se ejecutaría en goteo, paulatinamente, en el mismo momento de emitir/recibir una factura y/o recibir un pago.
En cualquier caso, se trata de una posibilidad controvertida, en tanto en cuanto el ciudadano estaría 'fiscalizado', nunca mejor dicho en este caso, en toda su cadena de gastos e ingresos. El dinero físico, mucho más laxo en este sentido, facilita la evasión en el pago de tasas. Hay quien prefiere la eliminación de este formato porque favorece los intereses de quienes desean pagar cuantos más impuestos sea posible, mientras en el polo opuesto están quienes quieren a toda costa que el dinero físico no desaparezca jamás. La polémica está servida.
El Euro Digital haría de la campaña de la Renta algo más sencillo para el ciudadano, que es quien paga los impuestos y sufre la burocracia, pero también para el Estado, que es quien debe gestionarlos
La tecnología que está detrás del desarrollo del Euro Digital es la que dotará de la posibilidad de tributación automática a la futura moneda de la UE, cuyo prototipo será una realidad en aproximadamente dos años (verano de 2023). El hecho de que se trate de una moneda 'programada' es lo que permite implementar diferentes e inéditas posibilidades en su diseño.
Una de las tecnologías sobre la que se van a realizar las pruebas es blockchain, que está detrás de monedas virtuales no poco controvertidas, como lo puede ser el bitcoin, ethereum, las Ayusocoins -desveladas en exclusiva por Vozpópuli- o dodgecoin, por citar solo algunas. A buen seguro, la Unión Europea tomará como referencia la construcción y el desarrollo de esta clase de criptoactivos para trabajar en el diseño del Euroo Digital.
Las mismas fuentes consultadas aseguran que "teniendo en cuenta la digitalización, los rápidos cambios en el panorama de los pagos y la aparición de criptoactivos, el Euro Digital sería un complemento del efectivo que debería seguir estando ampliamente disponible y utilizable. Apoyaría una serie de objetivos políticos establecidos en las estrategias más amplias de finanzas digitales y pagos al por menor de la Comisión, incluida la digitalización de la economía europea". Los pagos al por menor hacen también referencia al abono de bienes de cualquier precio, por escaso que sea: barras de pan, periódicos, refrescos, chicles...
El Euro Digital, otra opción más de pago
El Euro digital pone sobre la mesa muchas más posibilidades de elección a los consumidores. Se trata de otra opción más de pago que se suma al efectivo y a las tarjetas de crédito, pero también a las transferencias y a formatos instantáneos como Bizum.
Las pruebas previstas en torno al desarrollo del activo digital no condicionan la decisión final sobre la posible emisión de la moneda, aunque otras fuentes consultadas por este diario aseguran que es muy probable que una vez acabada la fase de pruebas comience el desarrollo del Euro Digital.
