En los nueve primeros meses del presente año, los cambios normativos aprobados por el Gobierno durante el ejercicio han supuesto una disminución de los ingresos tributarios de 3.997 millones de euros. A pesar de ello, Hacienda ha recaudado un 18,1% más que en el mismo periodo de 2021: 181.830 millones frente a 153.917 millones.
Las medidas relacionadas con la electricidad (rebaja del IVA, del impuesto especial…) han reducido los ingresos en 5.725 millones de euros, que han sido en parte compensados con medidas adoptadas en los PGE de 2021, como el aumento del tipo del IRPF, la creación de nuevas figuras impositivas o la modificación de los límites de aportaciones a planes de pensiones, que han permitido elevar la recaudación en 1.255 millones de euros más.
El próximo día 19, sábado, los Presupuestos Generales del Estado para el próximo año quedarán listos para su aprobación, entre los días 21 y 24, por el Pleno del Congreso de los Diputados. Son los Presupuestos con mayor gasto de la historia (386.088 millones de euros, un 11,3% más que en el ejercicio anterior), con un gasto social jamás antes alcanzado (274.445 millones, incluidos los fondos europeos) y también las cuentas públicas con mayor volumen de deducciones, reducciones y exenciones fiscales nunca antes aprobadas.
La política acomodaticia de Pedro Sánchez de satisfacer cuantas peticiones realizan los diferentes colectivos atendiendo a razones sanitarias (para enfrentarse a la pandemia) o a motivaciones económicas (defenderse de los efectos de la inflación), ha obligado al Gobierno a disparar el presupuesto de beneficios fiscales, que el próximo año ascenderán a 45.269 millones de euros, un 7,9% más que en 2022.
Es decir, Hacienda dejará de ingresar esa cantidad en sus arcas para poder reducir el tipo impositivo del IVA de determinados productos, para que los colectivos más desfavorecidos paguen menos en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas o para que las empresas no vean reducir de manera exagerada sus beneficios en tiempos de crisis.
En total hay 47 tipos de minoraciones de la factura tributaria en el IRPF, Sociedades e IVA, aunque dentro de cada unos de los impuestos se encuentre el concepto “otros incentivos”, que en su conjunto suman 880 millones de euros. El IRPF, con 21 formas de reducir la factura tributaria, y sociedades, con 19 tipos de incentivos, copan los beneficios fiscales, aunque es el IVA, apenas cuatro epígrafes, el que se lleva la peor parte.
Desde la llegada de Pedro Sánchez a La Moncloa, los presupuestos de beneficios fiscales han aumentado en cerca de 11.000 millones de euros. En 2018, en los últimos Presupuestos que aprobó el Gobierno de Mariano Rajoy antes de ceder la presidencia en el mes de junio tras una moción de censura, los beneficios fiscales ascendieron a 34.835 millones de euros. Estos beneficios fiscales tienen su contraparte en la creación de nuevas figuras impositivas como las que estudia en la actualidad para gravar a empresas energéticas y bancos por sus altos beneficios.
Pero es que en 2013, hace apenas diez años, también con un Gobierno del Partido Popular, fueron de 20.765 millones En solo diez años, el montante de los beneficios fiscales se ha más que duplicado (+118%) por unas razones u otras o por unas condiciones económicas diferentes.
Las reducciones, deducciones o exenciones en el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) se llevan la “parte del león” de las rebajas fiscales: 25.679 millones de euros, el 56,7% del total y 3.278 millones más que el pasado año (22.401 millones). En 2019, el último presupuesto que no se vio afectado por circunstancias excepcionales, supusieron 21.508 millones.
Pérdida de recaudación
La pérdida de recaudación se reparte entre los productos y servicios con un tipo de IVA reducido del 10% (10.959 millones frente a 9.643 millones en 2022) y en las exenciones, que supondrán 10.286 millones el próximo año, frente a los 9.120 millones del presente. El aumento del número de productos/servicios que tributan a un IVA superreducido del 4% hará disminuir los ingresos de Hacienda en 4.149 millones.
Las modificaciones en el IVA son las que más se notan en el bolsillo de los ciudadanos, además de tener un efecto casi inmediato en la percepción de los contribuyentes. Por eso no han parado de crecer con el paso del tiempo. Las presupuestadas para 2023 son 3.200 millones de euros más elevadas que las de 2022.
Para poder llevar a concentrar los esfuerzos en el IVA, el Gobierno ha tenido que congelar los beneficios fiscales de que gozan los ciudadanos en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas y las empresas en el Impuesto sobre Sociedades. En el IRPF se permiten beneficios fiscales por valor de 11.179 millones (11.221 millones este año). El mayor aumento se registra en las deducciones por familia numerosa y personas con discapacidad a cargo (1.956 millones).
En el Impuesto sobre Sociedades, las deducciones o exenciones permanecerán congeladas en 2023, en el entorno de los 5.700 millones de euros. Abarcan desde deducciones por actividades de inversión y desarrollo e innovación tecnológica, hasta libertad de amortizaciones, pasando por deducciones por inversiones en Canarias.
Por políticas de gasto, los mayores beneficios fiscales se otorgan en el sector comercio, turismo y pymes, que absorben, con 6.347 millones de euros, el 14% del total, por delante de servicios sociales (13,3% y 6.033 millones); agricultura, pesca y alimentación (13% y 5.890 millones) y sanidad (9,4% y 4.271 millones).