El presidente de La Liga, Javier Tebas, cuenta con un respaldo contundente a su propuesta de financiación vía entrada en el negocio del fondo británico CVC Capital Partners. Y ello, pese a la resistencia de los dos clubes más poderosos, Real Madrid y Barça, que han planteado una alternativa a priori más barata que ha seducido a cinco de los 42 clubes.
La principal grieta que tuvo la embestida de última hora de Florentino es que omitió desde el inicio el escenario de una pérdida de valor de los derechos televisivos de La Liga, pese a que fuentes cercanas a la propia Liga reconocían ya la necesidad de afrontar una inminente devaluación de los mismos.
Una de las grandes amenazas para La Liga es precisamente la empresa de la Superliga europea que ha fundado el propio Pérez, en un principio contra la crisis del fútbol, y que mantiene aún viva con el argumento de arrebatar el control a UEFA y los clubes Estado en favor del balompié tradicional.
Ese hueco de calibre en una oferta de deuda a 25 años presentada a una semana de la votación final ya debilitó la posición del bando de Florentino, que el sábado, dos días después, tuvo que enviar otra misiva con más precisiones a los clubes.
La Liga, por contra, cuenta con un informe de KPMG que advierte de que la Superliga de Pérez amenazaría todo el negocio del fútbol español al cabo de un lustro.
En ella, enunciaba que la oferta que planteaba a través de JP Morgan -banco de la Superliga- sería más barata para los clubes si La Liga se devaluara un 60% e "incluso" un 75%, sin dar precisiones sobre estos escenarios como los que había dado en la oferta inicial para denunciar el lucro de CVC en caso de que el torneo español se revalorizara.
La Liga, por contra, cuenta con un informe de KPMG que advierte de que la Superliga de Pérez amenazaría todo el negocio del fútbol español al cabo de un lustro.
Florentino no pudo ocultar sus prisas
La oferta de Florentino nunca fue capaz de ocultar también que requería una mayor estructuración que la de La Liga, incidiendo en que el precio planteado era un "objetivo", sin entrar en profundidad sobre qué pasaría con los clubes en caso de que no pudieran pagar la deuda.
Ese era su mayor punto débil frente al pacto Tebas-CVC, que no comporta deuda para los clubes sino una inyección de capital como préstamo participativo. El fondo podría lucrarse con una gran cantidad pero nunca a costa de generar un pasivo a los clubes ni de obligarles a tener que renegociar con terceros acreedores, algo para muchos agobiante ahora.
Presión al fondo tras la "traición" de la Superliga
"La oferta de Florentino va más dirigida al fondo que a los clubes", comentaba ya a este medio una importante fuente cercana a las partes en disputa el pasado martes. "Sabe que lo tiene difícil ahora con los clubes pero busca romper a Tebas y presionar al fondo", reconocían otras fuentes sobre Pérez.
El caso es que el presidente del Madrid ha conseguido poner en evidencia el gran negocio que puede ser para CVC la operación, pero también, el dolor que le ha ocasionado que el fondo de su amigo Javier de Jaime, compañero de viaje de la Superliga, haya cambiado públicamente de bando. Y es que CVC también se ha asegurado una cláusula para renegociar su acuerdo con La Liga en caso de una Superliga, que ahora le mira con otros ojos.
Son los de alguien como Florentino Pérez que difícilmente se rinda. No extraña que ya se prepare para encontrar la forma de llevar el asunto a los juzgados, una guerra de altos vuelos en la abogacía en la que el gran interrogante pasa por la postura del Gobierno, a través del Consejo Superior de Deportes, que no ha querido posicionarse hasta la votación.