El Instituto para la Calidad Turística Española (ICTE), a petición de la Secretaría de Estado de Turismo, ha elaborado junto a las comunidades autónomas, sindicatos y patronales un protocolo sanitario para los diferentes subsectores del turismo, entre los que destacan los hoteles y apartamentos turísticos. Este borrador al que ha tenido acceso Vozpópuli, que debe ser validado por el Ministerio de Sanidad y previsiblemente se aprobará este viernes, recoge directrices y recomendaciones para reducir riesgos higiénico-sanitarios por la covid-19.
Además de extremar la limpieza y desinfección en todos los lugares del establecimiento, entre las medidas recogidas en el citado borrador se destaca la necesidad de garantizar la distancia de seguridad establecida por las autoridades sanitarias -de un metro entre personas y un metro y medio entre mesas- y, en aquellos casos en los que no sea posible, recurrir al uso de mascarillas o pantallas protectoras. Esta medida se precisa en momentos en los que el riesgo de contagio aumenta, como en la espera en recepción o durante la celebración de actividades de animación y eventos.
Sin embargo, una de las opciones de prevención que más se barajaban durante estas semanas, el uso de mamparas en zonas comunes como la recepción o el comedor, no se contempla en el borrador. Tampoco se dan detalles sobre el aforo permitido en cada caso o el establecimiento de turnos para acudir al restaurante, sino que más bien hace hincapié en la importancia de mantener las distancias y señalizarlo a través de carteles informativos e indicadores de posiciones.
Eliminar los elementos decorativos
Sí se plantean otras obligaciones para reducir el riesgo a la hora de la comida, como "eliminar los elementos y equipamientos de uso común (vinagreras, saleros, aceiteras, máquinas de bebidas, azucarillos, etc.) y cualquier elemento decorativo". También "debe analizarse la reducción de textiles (incluidas alfombras) en la habitación, objetos de decoración y amenities para actuar de acuerdo al plan de contingencia definido", mientras que "las mantas y almohadas en los armarios deben encontrarse protegidas".
Además, "la elección de la tipología/s de servicio debe tener como objetivo reducir la manipulación y la intervención del cliente para prevenir el riesgo de contagio". En este sentido, en el caso concreto del bufé, indica que "se deben implementar fórmulas" como el bufé "asistido con pantalla de protección, a través de emplatados individuales y/o monodosis tapados". Es decir, que no será el cliente quien se sirva la comida, pero sí quien se la lleve a la mesa.
Para ello, el documento también recoge que "el establecimiento debería considerar un itinerario sugerido o predefinido para evitar aglomeraciones en determinadas zonas y prevenir el contacto entre clientes". Finalmente, en el servicio de 'room service' el camarero debe hacer uso de guantes al acceder a la habitación tanto para servir como para retirar el servicio. También deben evitarse otros servicios, como la plancha o el aparcamiento de coches de clientes por parte del personal.
Dudas sobre las piscinas
En cuanto a los ascensores, sólo precisa que "se aplicará la norma de no compartirse entre personas de diferentes unidades familiares, salvo que se haga uso de mascarillas". En los gimnasios se debe garantizar la distancia de seguridad o "se recomienda cerrar la instalación temporalmente". Finalmente, sobre las piscinas, "se determinarán las directrices y recomendaciones a aplicar de acuerdo a los resultados del informe científico solicitado sobre comportamiento de la covid-19 en el agua de piscinas tanto exteriores como cubiertas".
La patronal hotelera CEHAT, que representa a más de 16.000 establecimientos del país y ha participado en la elaboración de este protocolo, ha precisado en un comunicado este miércoles que "el documento se ha desarrollado bajo el concepto de que cada establecimiento desarrolle su propio plan de contingencia, que debe cumplir unos mínimos que han quedado establecidos para el funcionamiento de los diferentes departamentos, así como para la limpieza y desinfección de todos los espacios y mobiliario del hotel y su oferta complementaria (restaurantes, salones, gimnasio, spa, etc.).
Estos requisitos mínimos, que afectan a todos los hoteles del país, previsiblemente se aprobarán a finales de semana; pues el Gobierno contempla en su plan de desescalada que los alojamientos turísticos ubicados en provincias que se encuentren en la fase 1 puedan abrir sus puertas el próximo lunes 11 de mayo. Sin embargo, no permitirá que los españoles salgan de sus provincias y se desplacen libremente hasta que no se superen todas las fases, es decir, al menos hasta finales de junio.