Economía

El Gobierno da por perdido el año 2019 para bajar el déficit

Tras salir por primera vez en diez años del "procedimiento del déficit excesivo" de la Unión Europea en 2018, este año la reducción será mínima

  • La ministra de Hacienda, María Jesús Montero.

El viernes 29 de marzo el Gobierno comunicará oficialmente el déficit con el que ha cerrado el año 2018, que según ha adelantado la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, estará por debajo del 2,7% del PIB, lo que le permitirá a España salir por primera vez en diez años del brazo correctivo de Bruselas, al situarse este indicador por debajo del 3%.

Este logro (salir del "procedimiento del déficit excesivo" de la Unión Europea, que se consigue cuando el déficit se sitúa por debajo del 3%, tal y como se explica más abajo) se ha conseguido después de que en 2018 el Ejecutivo haya conseguido contener el desfase en más de 4 décimas de PIB (unos 4.800 millones), al pasar de un déficit del 3,1% del PIB en 2017 al entorno del 2,7% en 2018.

Sin embargo, el Ejecutivo no perpetuará este esfuerzo en 2019, un año que se considerará perdido en términos de reducción del déficit y que con toda probabilidad será el ejercicio en el que menos baje este indicador desde que alcanzó su máximo en el año 2012. 

Ese año, el déficit público se disparó hasta el 10,5% del PIB, y desde entonces se ha ido reduciendo a un ritmo consistente: bajando 1,3 puntos de media al año en el periodo de 2013 a 2018.

Para 2019 existe un consenso de que el déficit no cumplirá ni por asomo el objetivo del 1,3% al que se comprometió el Gobierno con Bruselas -después de que el Senado no le permitiera ajustarse a la senda del 1,8%-, y también hay acuerdo en que no se quedará en el entorno del 2% que maneja el propio Ejecutivo. 

El Banco de España estima que, con las medidas de gasto que se han aprobado recientemente vía real decreto-ley, y dado el contexto de desaceleración que existe (con un crecimiento del PIB nominal menor del esperado), el déficit apenas bajará en 2019 y cerrará el año en el 2,5% del PIB: un agujero de 30.000 millones de euros. 

Si este pronóstico se cumple, el déficit en 2019 sólo se reducirá en dos décimas como máximo, con probabilidad de que sólo baje una décima (es decir, 1.200 millones) en caso de que el déficit quede por ejemplo en el 2,6%.

Teniendo en cuenta que España es el país de la Unión Europea con el mayor déficit, la bajada parece insuficiente y el propio Banco de España ha afirmado que se quedaría "insatisfecho" si el déficit no baja más en un año en el que el PIB seguirá creciendo a ritmo del 2,2%. 

Adiós al procedimiento de régimen excesivo

El no cumplimiento del objetivo y la escasa reducción perderá protagonismo ante el logro de haber salido del procedimiento de déficit excesivo, que está regulado por el Tratado de Funcionamiento de la UE, y es por el que se rigen aquellos países cuyos déficits presupuestarios son superiores al 3% del PIB.

A esos países Bruselas les exige que presenten de forma periódica planes con las medidas y políticas correctivas que van a aplicar, así como los plazos de implementación, por lo que se puede decir que están continuamente bajo la lupa de Europa.

Lo primero que se analiza es la evolución de su déficit y, una vez cumplidos los objetivos, se estudia si su deuda pública es superior al 60% de su PIB, como ocurre en España donde esta ratio ronda el 97% del PIB. Para 2019 el Gobierno quiere reducirlo hasta el 95,4%.

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