Quizás por desconocimiento o por la limitación que supone no poder conducir coches con cambio manual, el carné de conducir específico para modelos con cambio automático no ha calado en España. Un carné que surgió hace ya un cuarto de siglo pero que a día de hoy apenas representa poco más del 3% de todos los carnés expedidos para turismos.
Las pruebas para este tipo de carné son las mismas que para el carné de conducir habitual, es decir, un examen psicotécnico, uno teórico sobre el código de circulación y uno práctico, que se desarrolla de la misma forma salvo que se realiza con un turismo con cambio automático.
Una vez aprobado, queda reflejado en el permiso B con el Código 78 que indica que el titular solo puede conducir coches de transmisión automática y, en ningún caso, podrá llevar coches manuales, lo que a día de hoy significa poder conducir cualquiera de los muchos modelos tanto eléctricos como híbridos o híbridos enchufables del mercado, todos ellos provistos de cajas de cambio automática.
Eso sí, hecha la ley hecha la trampa, pues sacarse el carné específico para automáticos es mucho más sencillo, pues se evita el siempre incómodo juego embrague/acelerador y el coche nunca se cala en las maniobras de arrancada o en las de aparcamiento facilitando la conducción durante el examen. Pero quien obtenga este carné no puede conducir coches con cambio manual, una infracción que supone una multa de 500 euros y la pérdida de 4 puntos en el carné.
Según los datos recogidos por Efe, desde 1997, año en que se estrenó este tipo de carné (todavía entonces con poca implantación de los coches automáticos) la DGT ha expedido apenas 141.000 carnés de coche automático.
Un año después de esa fecha, únicamente el 0,04 % de los carnés eran de ese tipo. Los porcentajes se mantuvieron en una horquilla inferior al 1% hasta 2016, que ascendieron al 1,7% y un año después alcanzaron ya el 3%, en el que con ligeras variaciones continúan hasta ahora, según datos de la Dirección General de Tráfico (DGT).
Estas cifras no van en consonancia con las ventas de vehículos eléctricos e híbridos, todos ellos automáticos, que en junio de 2023 registraron un crecimiento del 68%. Según datos de Ideauto, filial de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles (Anfac), en los que va de año las ventas de este tipo de coches suponen ya un 45% del total… y subiendo.
Esto significa que casi la mitad de los coches nuevos están equipados con cambio automático cuando hace cinco años solo era uno de cada diez.
Mayores de 50 años
Pero sacarse el carné de coche automático no es tan fácil, ya que no todas las autoescuelas ofrecen esa posibilidad. De hecho, según los datos facilitados a Efe por la Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE), no llega al 10% los centros que cuentan con vehículos con cambio automático.
Y habitualmente se trata de autoescuelas de cierta magnitud que, además de su flota de vehículos manuales, ofrecen uno o dos automáticos para los pocos alumnos que lo requieran.
El perfil del alumnado que solicita a las autoescuelas vehículo automático es, en general, el de personas mayores de 50 años que nunca habían tenido inquietud por obtener el permiso o posibilidades para hacerlo y, por diversas circunstancias sienten esa necesidad de obtenerlo de manera tardía.
El número de jóvenes (menores de 30 años) que solicitan este tipo de carné es muy residual todavía. La baja demanda responde a la imposibilidad del aspirante de poder conducir en el futuro un vehículo manual, lo cual "supone una restricción insalvable", señalan desde CNAE.
Por ello, esta confederación lleva mucho tiempo demandando la eliminación del Código 78 que impide conducir coches manuales, siempre y cuando durante la preparación, o con posterioridad al examen, se acredite una formación en vehículo manual con un número de horas previamente determinado por la administración.
La revisión de la directiva europea del permiso de conducir, actualmente en trámite, plantea la posibilidad de eliminarlo del permiso de conducir sin tener que volver a superar un examen, simplemente con un número mínimo de 7 horas de formación práctica de conducción con un vehículo de transmisión manual.