Hearst España saca las tijeras. El grupo editorial ha anunciado este lunes a sus trabajadores la puesta en marcha de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) y el cierre de algunas cabeceras como parte del proceso de reestructuración de la compañía.
Según avanzan las fuentes consultadas por Vozpópuli, la consejera delegada del grupo, Cristina Martín, se ha dirigido a la plantilla para comunicar formalmente el ERE y la intención de la compañía de cerrar algunas cabeceras que no sean competitivas.
Hearst edita en España alrededor de 23 revistas entre las que se encuentran algunas tan conocidas como Elle, Cosmopolitan, Diez Minutos, Fotogramas, Harper’s Bazaar, Men’s Health, Supertele, ¡Qué me dices!... etc. También trabaja para empresas como Endesa, DIA o Audi en la elaboración de sus revistas de empresa, según reza su página web.
La empresa ha trasladado a los empleados su voluntad de llegar a un acuerdo lo más satisfactorio posible para todas las partes. Está previsto que las negociaciones comiencen el próximo 1 de junio durante un periodo máximo de un mes. Por ahora, la empresa no ha detallado el alcance del ERE ni cuáles serán las cabeceras afectadas.
Contexto de crisis
El anuncio de recorte en Hearst se produce tan sólo unas semanas después de que trascendiera que su competidor, Condé Nast, anunciara su intención de despedir a 55 de sus 200 trabajadores en España. Esta empresa edita Vanity Fair, Vogue y Condé Nast Traveler.
En este caso, la empresa justificó la medida en el descenso de las ventas del papel y en la crisis que sufre el mercado publicitario, que todavía está lejos de alcanzar el nivel previo a la llegada de la pandemia de coronavirus.
De hecho, la inversión publicitaria en los medios de comunicación cayó el 9,9% en el primer trimestre del año con respecto al mismo período de 2020. En revistas, el golpe fue del 41%, mientras que en las publicaciones dominicales, del 50,6%.
En el conjunto de 2020, la contracción del mercado publicitario alcanzó el 17,2%; y fue mucho más acentuada en las revistas (32,4%) que en la prensa diaria (16,6%). En estas condiciones, los editores se han visto en apuros para mantener sus negocios a flote y han comenzado a anunciar despidos como los que concretará Hearst en los próximos días.