La hostelería hace balance estos días de lo que le está suponiendo la huelga de transportes, convocada hace más de diez días. Los bares y restaurantes españoles registran ya problemas con el suministro de los frescos "en la mayor parte de los territorios". En concreto, la categoría más afectada es el pescado, seguido de carne, leche, fruta y verduras.
Además de esto, empresarios del sector comienzan a encontrar dificultades con otros suministros como la harina, sobre todo en Castila y León. Desde Makro, principal distribuidor de hostelería, lo corroboran: "Las lonjas de todos los caladeros de España están viéndose muy afectadas y las frutas y verduras procedentes de Andalucía también", recalcan fuentes de la empresa.
No obstante, la preocupación inmediata de la hostelería es qué puede pasar en los próximos días si el paro no cesa, con las fábricas de cerveza amenazando con la paralización de la producción. "El problema que nos están transmitiendo no es todavía muy grave, pero las alertas de las cerveceras y cuánto dure el paro preocupan", apuntan fuentes de Hostelería de España.
Cabe señalar que, antes de la pandemia, el consumo de cerveza fuera del hogar -en estos bares y restaurantes- alcanzaba el 70%. Por lo tanto, que compañías como Heineken (Cruzcampo, El Águila) se planteen parar las fábricas por falta de suministro mantiene a los bares alerta.
"En caso de continuar esta situación, y ante la falta de aprovisionamiento de materia prima en algunas zonas del país, varios centros productivos de cerveza de diferente tamaño podrían verse abocados al cierre en próximos días, con el consiguiente perjuicio económico y en el empleo para toda la cadena de valor", explicaba este martes la patronal Cerveceros de España, que agrupa a compañías como Mahou, Hijos de Rivera (Estrella Galicia) o Heineken.
La hostelería depende de la cerveza
Si el paro continúa y no se produce "una pronta solución", insistía la patronal, "no solo se generaría problema de suministro de cerveza en distribución, sino también en hostelería, donde impactaría en mayor medida en los locales de menor tamaño", no solo por su capacidad de almacenamiento -menor que la de los grandes-, sino por lo que suponen las ventas de esta bebida en los establecimientos.
Según los datos asociación, la cerveza puede suponer hasta el 25% de la facturación de los bares españoles, pero la cifra alcanza hasta el 40% de las ventas en el caso de pequeñas empresas de restauración de menos de 10 empleados.
Por el momento, ninguna cervecera ha tomado aún la decisión de bajar la persiana de sus plantas, aunque depende de qué ocurra estos días y si de este jueves, cuando el Gobierno vuelve a reunirse con el sector de los transportes, se llega a un acuerdo. "Si la situación continúa así, será imposible servir los productos a las superficies comerciales, bares y restaurantes, y aprovisionarse de materias primas, debido a los violentos piquetes que impiden las normales operaciones de la compañía", explicaba Heineken.
Los hosteleros insisten: "La preocupación es máxima y urge que el Gobierno aplique medidas". Se trata de un sector que, tras el golpe de la pandemia y el inicio de su recuperación, comenzaba hace unas semanas a temer por el posible impacto de la subida de precios generalizada en sus negocios.