Confirmado: el Gobierno incumplirá su previsión de PIB. La esperada revisión al alza del dato del tercer trimestre del Instituto Nacional de Estadística (INE) este jueves (que confirma un crecimiento seis décimas superior al previsto) no ha sido lo suficientemente vigorosa como para hacer pensar a los analistas que el año acabará cerca del 6,5% contemplado en el cuadro 'macro' de la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño.
Para que este pronóstico se cumpliera, la economía debería crecer cerca del 8% en el cuarto trimestre, algo que los economistas ven prácticamente imposible teniendo en cuenta que este periodo continuará marcado por la escalada de la inflación y los persistentes cuellos de botella en las cadenas de producción. Además, la etapa final estará afectada también por el impacto en la economía de la variante ómicron.
"Incluso tras la revisión del tercer trimestre, el objetivo de crecimiento del PIB del 6,5% para el 2021 sigue siendo inalcanzable. De hecho, para ello sería necesario un crecimiento intertrimestral del cuarto trimestre del 2021 cercano al 8%, cuando lo que se espera es que el crecimiento intertrimestral del cuarto sea menor que el de tercero y más aún tras esta revisión ultima", comenta a Vozpópuli el director general del Instituto de Estudios Económicos (IEE), Gregorio Izquierdo.
La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) también ha actualizado este jueves sus previsiones con los nuevos datos de la Contabilidad Nacional del INE y prevé un crecimiento intertrimestral del 2,3% para el cuarto trimestre de este año y del 5,5% en tasa interanual.
Seguirá en el entorno del 5%
Izquierdo percibe la revisión del INE como una "buena noticia", pero advierte que su impacto en el crecimiento del conjunto del año es limitado: podría incrementarlo en un orden cercano a tres décimas respecto al escenario anterior (el IEE había previsto un crecimiento del 4,6% para este año, en línea con la mayoría de organismos económicos, como el Banco de España, la Comisión Europea, la OCDE o el FMI).
En consecuencia, "a falta de confirmarse el dato del cuarto trimestre, que está última revisión puede condicionar algo a la baja, lo más probable es que el PIB del 2021 siga cerrando por debajo del 5% y, por tanto, muy por debajo del escenario oficial que ha plateado el Gobierno", sentencia el director general del Instituto de Estudios Económicos.
El Consejo General de Economistas (CGE) tampoco estima suficiente el repunte del tercer trimestre y asegura que "la desviación respecto a la estimación del Gobierno va a seguir cercana a los dos puntos". "A pesar del verano, la demanda ha crecido sólo 2,5 puntos, 14 puntos menos que en el trimestre previo", explica a este medio Antonio Pedraza, presidente de la comisión financiera del CGE.
"El agravamiento de la pandemia puede incidir aún más en la caída del PIB"
Pedraza apunta que incluso en condiciones normales de pandemia, el crecimiento del año no sería superior al 4,6%, pero en las circunstancias actuales de agravamiento de la situación sanitaria con la variante ómicron, diciembre (un mes que se considera bueno en términos de demanda) "puede resultar muy afectado, incidiendo aún más en la caída del PIB anual, una o dos décimas de punto".
Finalmente, Raymond Torres, director de Coyuntura de Funcas, calcula que "con un alza del PIB del 2,1% en el cuarto trimestre (el consenso de analistas), el PIB debería crecer cerca del 5% en el conjunto del año, medio punto más de lo anticipado por la OCDE o el BdE antes de la revisión del tercer trimestre, pero un punto y medio menos que la previsión del Gobierno (6,5%)".
Para que ésta se cumpliera, el PIB tendría que crecer cerca del 8% en el cuarto trimestre, "algo que hoy por hoy se puede descartar", subrayan desde Funcas. En conclusión, con una mayor o menor desviación de lo previsto hasta la revisión del dato del tercer trimestre, que oscila entre el punto y medio y los dos puntos, los expertos coinciden en que la economía no crecerá más de un 5% este año.
Calviño se resguarda en el empleo
Sin embargo, el Gobierno se resiste a rebajar sus cifras. En un comunicado difundido este jueves tras la publicación del dato del INE, se limitó a destacar que esta revisión "confirma la aceleración del crecimiento económico desde el verano" y se resguardó en los buenos datos de empleo, destacando la creación de un millón de puestos de trabajo en el último año y el aumento de la productividad.
Gonzalo García, secretario de Estado de Economía y Apoyo a la Empresa, aseguró que "los datos de creación de empleo confirman que durante el cuarto trimestre la tendencia positiva se ha mantenido". "De cara a 2022, a pesar de las incertidumbres que afrontamos, vamos a poder mantener este ritmo de creación de empleo y crecimiento gracias al efecto cada vez más intenso de las inversiones y las reformas del Plan de Recuperación", sentenció.
Además, tal y como publicó este periódico, Calviño se aferra a un nuevo indicador de actividad diario que elabora su equipo desde hace unos meses, con el que defiende que la actividad ya supera los niveles precrisis. Una afirmación que contrasta con el pronóstico de todos los organismos internacionales, que sitúan a España en el vagón de cola y no esperan su recuperación total hasta 2023.
