Los números rojos se imponen en la primera sesión bursátil tras la celebración de las elecciones generales, cuyos resultados no terminan de despejar las incertidumbres sobre el futuro Gobierno en España. Entre los valores que pierden más terreno figuran las eléctricas, elegidas por los inversores para hacer caja aprovechando su buen desempeño en los últimos meses, en un contexto en el que las líneas maestras de la transición energética han quedado definidas.
Cerca de la media sesión, Iberdrola y Endesa pierden algo más de un 1,5%, en una jornada en la que el retroceso del Ibex-35 se acerca al punto porcentual. Ambas compañías cotizan actualmente en zona de máximos históricos. La pasada semana, Iberdrola registró un nuevo récord en su cotización después de que sus resultados del primer trimestre superaran ampliamente las previsiones y que la compañía revisara al alza sus objetivos para 2019.
Mientras, Naturgy se anotaba descensos en torno al 1%, en vísperas de publicar las cuentas trimestrales. Cerca de cumplirse el primer año de la implantación de su plan estratégico a 2022, la empresa que preside Francisco Reynés cotiza en sus máximos de los últimos once años. Por su parte, Red Eléctrica pierde cerca de un 1,5% mientras que Acciona (sin duda, la más destacada en el parqué en los últimos meses gracias al impulso para las renovables que suponen los planes aprobados por el Gobierno) se deja cerca de un 1%.
Los analistas atribuyen la reacción bajista del mercado en general a que los resultados de la consulta electoral no terminan de despejar la incertidumbre en torno a la composición del futuro Gobierno y a los apoyos que tendrá para ejecutar el programa que diseñe. Como ganador de las elecciones, el PSOE cuenta con varias alternativas para obtener estos apoyos, aunque la favorita de los mercados, esto es, una alianza con Ciudadanos (ambos sumarían mayoría absoluta en el Congreso) también es, al menos en la actualidad, la más complicada.
Pendiente la Ley de Transición Energética
La otra alternativa tiene como protagonista a Unidos Podemos, cuyas propuestas en el plano energético generan incertidumbre en el sector, como la creación de una eléctrica pública o la eliminación de las retribuciones a determinadas centrales que se consideran suficientemente amortizadas (los llamados 'beneficios caídos del cielo'), una circunstancia que las compañías niegan. El presidente de Iberdrola, Ignacio Galán, aseguró en una conferencia con inversores que quien afirmara la existencia de esos beneficios caídos del cielo no contaba con información suficiente para sostenerla.
Además, en este caso la suma no sería suficiente y los socialistas deberían apoyarse también en formaciones nacionalistas e independentistas.
Cabe tener en cuenta que el Gobierno de Pedro Sánchez logró sacar adelante el borrador del Plan Integrado de Energía y Clima para su posterior remisión a la Comisión Europea (lo que despeja notablemente el panorama para la próxima década) pero no le dio tiempo a iniciar siquiera el trámite de la Ley de Transición Energética, que concretará los puntos fundamentales del Plan y que tendrá que ser abordada en la nueva legislatura.
El 26-M ralentiza los acuerdos
"Este punto supone una incertidumbre, en función de los apoyos que tenga el Gobierno de Sánchez y las exigencias de los que podrían ser sus socios", señala un analista del sector.
En cualquier caso, el mercado es consciente de que la cercanía de las elecciones municipales, autonómicas y europeas, que se celebrarán en apenas cuatro semanas, aplazará necesariamente el grueso de las negociaciones para conformar el nuevo Ejecutivo, lo que asegura unas cuantas semanas de incertidumbre. En este contexto, los inversores prefieren hacer algo de caja y para ello han elegido la que ha sido su principal apuesta en los últimos meses.