Las fábricas españolas han iniciado el año con síntomas claros de recuperación, con una producción que registra un aumento de prácticamente el 20% en febrero respecto al mismo mes de 2022, con un total de 226.410 unidades. Y ello a pesar de que las fábricas siguen registrando problemas intermitentes de aprovisionamiento, pero con una mejora en los cuellos de botella en los últimos meses que ha permitido una recuperación en el volumen de producción.
Un notable aumento de la producción en febrero que permite hablar de un inicio de año muy positivo, acumulando un aumento del 14,1% respecto del mismo periodo de 2022, con 420.964 unidades, aunque todavía un 15% inferior al mismo período del 2019.
Así, la industria de la automoción experimenta un momento de recuperación encadenando su décimo mes de crecimiento, aunque hay que destacar que aún persisten importantes paros intermitentes en la cadena de aprovisionamiento que a lo largo del año van a continuar marcando el ritmo de recuperación y pueden llegar a limitar la capacidad exportadora del sector.
Por tipo de vehículo, la fabricación de turismos y todoterrenos ha supuesto 179.289 unidades durante el mes de febrero, un 17,9% más que en el mismo mes de 2022. Por su parte, la producción durante el segundo mes del año de vehículos comerciales e industriales ha aumentado un 27,1% en comparación con el mismo periodo del año anterior, con un total de 47.121 unidades.
Un crecimiento especialmente notable en el caso de los vehículos de cero y bajas emisiones (eléctricos, híbridos enchufables, híbridos convencionales y gas), que ha aumentado casi un 90% respecto al mismo periodo del 2022, con un total de 41.937 unidades.
Esto supone un incremento de siete puntos porcentuales en la cuota, frente al año anterior, hasta representar el 18,5% de cuota de producción en el mes Por su parte, durante este mes, la cuota de fabricación de vehículos electrificados ha alcanzado el 13,5% de la producción total, lo que supone un crecimiento de 3,7 puntos porcentuales con respecto al año anterior.
En febrero se han fabricado un total de 30.569 vehículos electrificados, que representa un aumento del 64,8% del volumen de producción frente al ejercicio pasado. De estos, 24.375 unidades correspondieron a eléctricos puros e híbridos enchufables que aumentan un 50,2% con respecto a 2022. Para el acumulado del año, la cuota representa ya el 13,9% de los vehículos fabricados en España, con un total de 58.541 unidades producidas.
En lo que respecta a la fabricación de híbridos convencionales, ha aumentado un 109,6% en comparación con febrero de 2022 y alcanzando la cifra de 9.321 unidades fabricadas.
Exportaciones
En cuanto a las exportaciones, durante el mes de febrero se han enviado fuera de nuestras fronteras un total de 209.576 unidades, un 29,9% más que en 2022. A pesar de que el acumulado del año desprende unos datos positivos de aumento del 18,1%, con 379.923 unidades exportadas, el sector todavía se encuentra afectado por la situación logística y sus dificultades en el transporte por carretera y marítimo.
En cuanto a los destinos a Europa, durante el mes de febrero han representado el 91% de los envíos de vehículos, lo que supone un ligero aumento de 1,3 puntos porcentuales en comparación con el mismo mes del año anterior. Francia, Alemania, Italia, Reino Unido y Turquía se mantienen a la cabeza en el ranking.
Respecto a los principales mercados europeos, se prevé que durante el año 2023 se produzca cierta recuperación que podría impulsar, si la capacidad productiva lo permite, la producción y la exportación de vehículos.
Pero aunque la producción parece ir recuperando el ritmo poco a poco, desde Anfac señalan la preocupación por las consecuencias que pudiera tener en la industria la hipotética aprobación de la normativa Euro 7, que exigiría, según ACEA de hasta 35.000 millones para la industria, con un impacto muy negativo en gran parte de la producción de vehículos de nuestras fábricas.
Y es que la polémica Euro 7 supondría una detracción de los recursos que necesita la industria del automóvil para el objetivo mayor de descarbonización en 2035, y de continuidad de nuestra producción y empleos.