La culpa es del formato. Así lo trasladan desde Moncloa preguntados por la mala actuación de Pedro Sánchez en el debate. El candidato que ha retado a Alberto Núñez Feijóo a enfrentarse en seis debates responsabiliza ahora al formato televisivo de su fracaso, en el único enfrentamiento que ha aceptado el líder del PP y en medio de una gira extenuante por platós de todo tipo.

"Es un formato que llevábamos muchos años sin ver", añaden desde el núcleo duro que asesora al presidente del Gobierno, quizás olvidando que fue Sánchez precisamente el que vetó todo debate con el entonces candidato popular Pablo Casado en 2019, aunque en las elecciones de abril amagó con un sólo debate a cinco en el que estuviera Vox antes de que tuviera representación.

No sólo acusan al formato claro está, el otro culpable del mal desempeño de Sánchez es el propio Feijóo, "frío", "al que todo le resbala" y "miente sin pestañear", lo que impide todo debate para estas fuentes. Precisamente los calificativos con los que el candidato socialista asegura que se le descalifica de forma injusta.

Con todo, aunque la actitud combativa del presidente del PP ha sorprendido a los analistas, no a Moncloa, que asegura haber visto a este Feijóo en la Xunta, incluso en los debates en el Senado, donde se han estado proclamando vencedores.

"Es un tema de formatos", insisten, y de la actitud de Feijóo desde el principio, añaden, que aseguran que hizo que muchos titulares estuvieran preparados desde antes de las 00.00, lo que les consta, parece que en alusión a unas notas que fue enviando el PP durante el debate con las frases y argumentos de Feijóo.

Cada uno prepara los debates como quiere y le parece, cortan, preguntados por las críticas del PP a que hayan contado que Sánchez ha dedicado cuatro días a esta tarea, visto el resultado, y a que Feijóo, en cambio, no haya interrumpido su campaña.

Este escenario que dibujan les lleva a declarar que el presidente está satisfecho, ya que creen que Feijóo sólo trató de embarrar con mentiras, lo que se hace cuando no se tiene proyecto, ni una propuesta. Sostienen además que es una mala estrategia que se vuelve en contra de quien la usa.

A juicio de los asesores de Sánchez, puso al presidente de los populares en situaciones en las que no se pudo defender, en violencia de género o sobre no renunciar a Vox.

El pacto de que gobierne la lista más votada les parece absurdo, que nadie se lo cree, papel mojado porque consideran que el PP no tiene palabra. Aunque admiten que Sánchez no explicó bien su rechazo al aludir constantemente a "Vara", por el presidente en funciones de la Junta de Extremadura, como argumento.

Así, desde Moncloa trasladan que no van a cambiar de estrategia y no creen que el debate marque un antes y un después, salvo causar cierta desafección de los ciudadanos por la política, ya que su visión es que Feijóo no dejó a Sánchez plantear todas sus propuestas, ya que primero trataba de rebatir sus "mentiras" y el formato complicaba esta doble tarea.

De hecho, consideran que el candidato socialista está remontando y así va a seguir.

Yolanda Díaz, perjudicada

Lectura muy diferente la de fuentes próximas a Yolanda Díaz, que creen que este desempeño de Sánchez le perjudica. De hecho, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo ha comparecido este martes en la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros, junto con la portavoz, Isabel Rodríguez, y la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, después de meses sin que se programara su salida, a pesar de que se aprobaran asuntos que le concernían.

Desde el entorno de la vicepresidenta segunda se asegura que la comparecencia de este martes, tras un cónclave ministerial en el que se ha aprobado el Real Decreto que regula el Mecanismo Red, pendiente desde febrero de 2022, y un plan de empleo de 50 millones para Andalucía que Díaz ha asegurado que iba con retraso porque lo ha torpedeado la Junta, estaba prevista desde hace tiempo.

La presencia de Díaz reedita la imagen de la coalición con Sumar el día en que el presidente aparece como perdedor en todos los medios, y los asesores de Díaz creen que a la también ministra de Trabajo no le beneficia.