Banco Pichincha y siete entidades ecuatoriana más están siendo investigadas por un posible caso de blanqueo en cuentas depositadas en estas entidades y que podría ascender hasta los 17.000 millones de dólares entre 2003 y 2019, según ha explicado el exministro encargado de Finanzas de Ecuador y actual presidente de la Asociación Ecuatoriana de Finanzas Públicas, Fernando Soria a Vozpópuli. De este total, existen 3.000 millones de dólares documentados de Banco Pichincha, Banco Internacional y el Bolivariano.
De los tres, la entidad que opera en España es la que más dinero se ha depositado, algo más de 2.000 millones de dólares en cuentas sospechosas. Según Soria, las transferencias con alertas sospechosas detectadas por la Unidad de Análisis Financiero y Económico (UAFE), en lugar de ser retenidas y depositadas en el Banco Central de Ecuador, "han sido arbitrariamente manejadas y capitalizadas para su provecho por los Banco Nacionales de destino".
Según la legislación ecuatoriana, cuando la UAFE (el Sepblac ecuatoriano) detecta una transferencia sospechosa de blanqueo de capitales avisa al emisor y al banco receptor de la transferencia.
Después comunica que la cantidad está siendo investigada y que debe ser bloqueada, motivo por el que debe ser depositada en el Banco Central de Ecuador, según la legislación vigente. Dichas notificaciones no están teniendo el debido seguimiento gubernamental y muchos de esos millones de dólares acumulados no acaban siendo enviados y retenidos en el Banco Central.
Por el contrario, son manejados por las entidades para lograr beneficios como consecuencia de la falta de transparencia y seguimiento de este proceso, expone Soria.
El exministro asegura que los fondos de los españoles están asegurados y que no existen indicios de ningún riesgo para los depósitos y la entidad en España ya que todo el capital investigado se encuentra en Ecuador.
Banco Pichincha en España
El Gobierno de Ecuador ya investigó en 2011 la presunta intervención del banco ecuatoriano Pichincha, con representación en España, en la compra de créditos adquiridos por inmigrantes ecuatorianos con entidades financieras españolas.
El canciller Ricardo Patiño Patiño calificó, en esas fechas, de "agresión sin nombre" la presunta compra por parte del Banco Pichincha de la cartera vencida de una institución financiera española, por la que los inmigrantes que tenían alguna deuda con ella pasarían a tenerla ahora con el banco ecuatoriano.