El Pacto de Toledo avanza en las recomendaciones que quiere pactar antes de que acabe el año y que están destinadas a guiar la próxima reforma del sistema de pensiones. Estos días debate la recomendación 16, centrada en los sistemas de ahorro complementarios a la pensión, y una propuesta en concreto que podría poner en jaque gran parte del negocio de la banca española: planes de pensiones gestionados por entidades no lucrativas.
Se trata del modelo de pensiones complementarias que existe actualmente en el País Vasco, conocido como EPSV (Entidades de Previsión Social Voluntarias). Son planes colectivos de trabajadores gestionados por una entidad sin ánimo lucro en lugar de una entidad financiera, con representación sindical y empresarial.
¿Qué hacen estas entidades? Gestionar el ahorro privado que pactan las empresas y sus trabajadores y moverlo en los mercados financieros para obtener una rentabilidad. Vamos, lo mismo que hacen los bancos, pero sin ganar dinero por ello. Y ahí está el gran problema que se puede encontrar el sector financiero, que tiene un gran negocio vinculado a los planes de pensiones.
Ventajas fiscales
Además, ofrecen ventajas fiscales para la empresa y para el trabajador. Las empresas pueden recuperar las aportaciones con deducciones en el Impuesto de Sociedades y eliminar las aportaciones de la base de cotización. Y los empleados pueden mejorar el tratamiento del cobro de prestaciones en forma de renta.
La propuesta la ha planteado el portavoz del PNV, Íñigo Bariandarán, aunque ya la había presentado Geroa, la entidad vasca que ha tenido más éxito estos años, durante las comparecencias que celebró en los primeros meses el Pacto de Toledo.
De hecho, según Geroa, la rentabilidad de este tipo de productos de ahorro ronda el 6,5%, muy por encima del 2,74% de los planes de ahorro tradicionales, según los datos de Inverco. Y es que los gastos son considerablemente más bajos y la gestión es totalmente independiente, lo que influye directamente en la rentabilidad.
Todos los partidos se han mostrado dispuestos a estudiar la posibilidad de incluir esta forma de ahorro en las recomendaciones
No se ha rechazado de forma rotunda la propuesta. De hecho, los portavoces se han comprometido a estudiarla y no ven con malos ojos la posibilidad de incluirla en la recomendación 16, aunque es pronto para sacar conclusiones y saber cómo quedará redactada. Además, el resto de partidos también quiere plantear sus propias propuestas.
Solo Podemos tiene cierta reticencia porque cree que todos los esfuerzos se deben dirigir a garantizar el sistema público, aunque considera interesante la experiencia vasca. Además, tiene dudas sobre la posibilidad de exportarlo al resto de España.