El Banco de Portugal y el Fondo de Resolución han salido al rescate del Banco Espírito Santo (BES) en los tribunales españoles. Los dos supervisores lusos se han personado en varias demandas presentadas en España contra la entidad (ahora Novo Banco) para defender "la legalidad y eficacia de las decisiones" que se tomaron en 2014, cuando tuvo lugar la intervención bancaria.
Según los autos a los que ha tenido acceso Vozpópuli, ambos quieren formar parte del proceso en calidad de demandadas. Fuentes jurídicas indican que así los dos entes buscarían defenderse de las posibles sentencias condenatorias que puedan emitirse en España. Ante la petición, Novo Banco ha mostrado su "conformidad", mientras que los demandantes han evidenciado su "oposición" y han insistido en que en "ningún momento" se ha puesto en duda la "legalidad de los actos administrativos" del Banco de Portugal.
La decisión llega tres años después de que Espírito Santo sufriera su primer revés judicial en España. En 2016, la Audiencia Provincial de Valencia obligó a Novo Banco a responsabilizarse de los bonos vendidos por BES. Se trataba de un caso particular en el que un cliente español adquirió dos bonos escasos meses antes de que el supervisor luso interviniese la entidad financiera. Cada uno tenía un valor nominal de 200.000 euros.
En 2016, la Audiencia Provincial de Valencia obligó a Novo Banco a responsabilizarse de los bonos vendidos por BES
La intervención
En agosto de 2014, la entidad lisbonesa se dividió en dos: un 'banco bueno', Novo Banco, con los activos saneados; y otro 'malo', el Espírito Santo, que agruparía los activos tóxicos con vistas a su liquidación. El primero recibió entonces una inyección de capital de 4.900 millones de euros por parte del Fondo de Resolución de Portugal; para lo que se hizo uso del remanente del dinero del fondo de rescate europeo.
La Comisión Europea autorizó el plan de liquidación del banco. De hecho, consideró que crear un 'banco puente' con los activos sanos y disolver el resto eran lo adecuado para evitar posibles efectos adversos en el sistema bancario. Sin embargo, la Audiencia de Valencia indicó en una de sus sentencias que no se podía crear (a través de una 'entidad puente') un nuevo banco en el que depositar los activos y dejar en el otro las obligaciones y posibles responsabilidades.
Bonistas en toda España
Fuentes jurídicas han asegurado que en España miles de bonistas del BES quedaron atrapados tras la resolución en Portugal. La propia Audiencia de Valencia lleva al menos dos demandas; así como la Audiencia de Madrid y la de Álava. De momento, se desconoce el número total de acciones judiciales interpuestas en todo el país.
Este mes, tras casi cinco año de la intervención, dos recursos de casación han llegado al Tribunal Supremo. El Banco de Portugal y el Fondo de Resolución han presentado una solicitud para que se admitiera su intervención en el caso sobre el proceso de transmisión parcial del negocio del Banco Espírito Santo a la entidad "puente" Novo Banco.
Ante la petición, los magistrados del Alto Tribunal han acordado que "mientras se encuentre pendiente un proceso, podrá ser admitido como demandante o demandado, quien acredite tener interés directo y legítimo en el resultado del pleito". En este sentido, tras demostrarse el interés del supervisor y la autoridad lusa, ha admitido la solicitud.
