El crecimiento económico de España se enfrenta a un nuevo problema: la subida inesperada del precio de barril de petróleo tras los ataques que se han producido este fin de semana contra dos refinerías de Arabia Saudí restará una décima (unos 1.200 millones de euros) al crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) de España en 2019.
Así se recoge en el Programa de Estabilidad 2019-2022 que el Gobierno remitió a Bruselas en abril y en el que advertía de que en caso de producirse una subida de diez dólares en el precio del barril de petróleo (como se espera para esta semana), el crecimiento del PIB sería una décima inferior en 2019, tres décimas menor en 2020, cuatro menos en 2021 y cinco menos en 2022. Si esto se cumple, el PIB crecerá un 2,1% este año (en vez de 2,2%), un 1,6% en 2020, un 1,4% en 2021 y un 1,3% en 2022, según los pronósticos oficiales.
Precisamente son diez dólares lo que los expertos y analistas prevén que el barril de petróleo se encarezca este lunes, debido a que la petrolera Aramco ha anunciado un recorte del 50% en su producción total, lo que supone 5,7 barriles menos al día, tras sufrir este fin de semana un ataque con diez drones contra dos refinerías.
Impacto en empleo, deuda y déficit
Además de impactar en el PIB, un encarecimiento de 10 dólares por barril (unos 8,9 euros por barril), mermará los ingresos públicos del país: una décima menos en 2019, dos menos en 2020 y 2021, y una menos en 2022, y también repercutirá en la deuda pública, el déficit público y el empleo.
El déficit podría ser una décima superior este año (el Gobierno prevé cerrar 2019 con un desfase presupuestario de -2% del PIB, que podría ser del -2,1% por el impacto del petróleo) y dos décimas más para 2020, 2021 y 2022.
Aumentará también el nivel de deuda sobre PIB. Para 2019 el Ejecutivo esperaba cerrar el año con un nivel de deuda del 95,8% del PIB, que se desviaría hasta el 95,9%, y confiaba en ir reduciéndola paulatinamente hasta el 88,7% del PIB en 2022. La subida del precio de petróleo podría impedir que la deuda se contraiga hasta ese nivel y que se quede en el 89,4%.
El mercado laboral es otro de los sectores resentidos por este encarecimiento: el empleo equivalente a tiempo completo crecerá una décima menos este año (2% en vez de 2,1%), y al término del periodo, en 2022, crecerá un 1,5% en vez del 1,6% que preveía el Gobierno.
11 millones más de gasto diario para España
Los indicadores macroeconómicos no son los únicos afectados por el atentado de Arabia Saudí y sus consecuencias, sino que la balanza comercial española también sufrirá las consecuencias por la condición del país de importador neto de petróleo.
España compra 37,6 millones de barriles de petróleo al exterior cada mes -según los datos divulgados por CORES a cierre de julio-, con lo que una subida de 10 dólares por barril incrementaría los costes de importación en 376,3 millones de dólares o 337,5 millones de euros mensuales, lo que supone un aumento de 11,2 millones de euros al día.
Reservas de emergencias
El efecto dominó que podría tener la caída de producción de Aramco y el encarecimiento del crudo ha llevado al presidente estadounidense, Donald Trump, a ofrecer el uso de sus reservas de petróleo de emergencia (de alrededor de 630 millones de barriles), si es necesario, para garantizar el suministro mundial. Riad, por su parte, ha asegurado que cubrirá la demanda de sus clientes con inventarios.
Según publica la agencia Efe, Washington ha comenzado a coordinarse con la Agencia Internacional de la Energía (AIE), un organismo creado tras de la crisis del petróleo de 1973, para ver qué "opciones están disponibles en caso de que se necesite tomar una acción colectiva global", detalló la portavoz del Departamento de Energía estadounidense.
Ese departamento controla la Reserva Estratégica de Petróleo (SPR, por sus siglas en inglés), que cuenta con la mayor reserva de crudo para casos de emergencia de todo el mundo. Esas reservas de petróleo, propiedad del Gobierno de EE.UU., se encuentran en unas enormes cavernas subterráneas en la costa del Golfo de México, en los estados de Texas y Luisiana; fueron creadas en 1975 después del embargo árabe de petróleo que elevó los precios y perjudicó la economía estadounidense.
La guerra en el Yemen
Los ataques a Aramco han sido reivindicados por los rebeldes hutíes yemeníes, apoyados por Irán; pero el sábado, el secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, responsabilizó directamente a la República Islámica, informa Efe.
Tanto Riad como Washington acusan a Teherán de financiar y armar a los insurgentes hutíes del Yemen en violación del embargo de armas de la ONU, aunque el Gobierno iraní defiende que su rol es solo político y de asesoramiento.
La guerra en el Yemen es escenario de un pulso de poder entre Teherán y Riad. El conflicto se recrudeció en marzo de 2015 con la intervención de la coalición árabe liderada por Arabia Saudí y apoyada por EEUU contra los rebeldes hutíes, que cuentan con el respaldo de Irán.