El desarrollo de la infraestructura de recarga eléctrica en España avanza muy lentamente y el adelanto electoral no va a hacer sino ralentizar aún más la apertura de nuevos puntos. En los dos últimos años apenas se han puesto en marcha cerca de 9.000 nuevos puntos de recarga, con un total a día de hoy de poco más de 20.000 a lo largo de toda nuestra geografía.
Así, para poder alcanzar los objetivos fijados por la Unión Europea (UE), los puntos de recarga de vehículos eléctricos en España tendrían que duplicarse, lo que significa instalar cerca de 20.000 a lo largo de este segundo semestre, algo de por sí difícil y más aun con el parón que ha supuesto la convocatoria de elecciones generales para finales de mes y la consiguiente espera que supone la formación del nuevo Gobierno.
Y es que para lograr esos objetivos fijados desde Europa, según un estudio realizado por la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac), para finales de año se deberían superar los 45.000 puntos de recarga públicos.
La densidad de estos puntos de carga por cada millón de habitantes en España sigue muy por debajo de las de otros países, que superan los mil, como Francia, con 1.229, o Alemania, con 1.053.
El estudio también apunta como uno de los problemas para que haya más recarga eléctrica la excesiva burocracia y procesos y permisos administrativos que hay que obtener, y que, según el informe, impide que actualmente más de 6.000 puntos instalados estén en funcionamiento.
Además, el 80% de las infraestructuras de recarga no tiene una potencia superior a los 22 kilovatios (kW), que es insuficiente para cargar vehículos pesados o que requieran una mayor potencia.
Anfac ha propuesto un plan alternativo, que pasa por que haya menos puntos de recarga de los exigidos por la Unión Europea para 2030 en número, que son 322.000, pero que los que haya tengan una potencia mayor que permitan extender el uso del coche eléctrico más allá de las ciudades.
Y es que el objetivo de España en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) es que en 2030 haya un parque de 5 millones de vehículos eléctricos.
Anfac, por su parte, en su metodología contempla contar con 4,3 millones de turismos y furgonetas electrificados para esa fecha y 9,8 millones en 2035, cifras que al ritmo actual se antoja complicado.
Además, en el caso de las ayudas para la instalación de puntos de recarga cree que deberían ser cobradas en el momento de ponerlos y no a posteriori, por lo que la asociación de fabricantes de automóviles reclama una estructura administrativa más eficiente.
Consulta de la CNMC sobre los puntos de recarga
Un lento despliegue de la infraestructura que ha llevado a la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC) a lanzar una consulta pública para analizar los obstáculos que dificultan el desarrollo de los puntos de recarga.
Hasta el 29 de septiembre, empresas, asociaciones, administraciones públicas, usuarios de vehículos, etc. podrán enviar sus comentarios y aportaciones sobre los problemas que encuentran en el desarrollo de la instalación y puesta en marcha de las infraestructuras de recarga de vehículo eléctrico, según ha indicado la CNMC en un comunicado.
La CNMC insiste en que corresponde a las autoridades promover el despliegue de la red de puntos de recarga para que se produzca en un periodo de tiempo compatible con los objetivos de descarbonización establecidos y garantizar que las reglas de funcionamiento de este mercado favorezcan la libre competencia entre empresas.
Ello, agrega, se traducirá en última instancia en beneficios para los consumidores en forma de menores precios, mejores productos y mayor innovación en el largo plazo, lo que ayudará además a un despliegue más efectivo de puntos de recarga.
El análisis de las respuestas aportadas servirá para identificar qué elementos son susceptibles de mejora, lo que se reflejará en un conjunto de propuestas de reforma de la actual normativa de la instalación y puesta en marcha de las infraestructuras de recarga de vehículo eléctrico.