Intento a última hora un 1 de agosto. El empresario Tomás Olivo, conocido como el rey de los centros comerciales y una de las mayores fortunas de España, quiso comprar al fondo Oceanwood alrededor de 60 millones de acciones de Unicaja para reforzar su posición como uno de los grandes accionistas de la entidad, según trasladan a Vozpópuli fuentes financieras.
Olivo, dueño de casi una decena de hoteles y conocido por sus negocios en Marbella durante la etapa de Jesús Gil como alcalde, entró en Unicaja en 2020, antes de la fusión con Liberbank. Desde ese momento ha ido aumentado su participación hasta sumar casi el 7%. Tras la salida casi al completo de Oceanwood, sólo tienen más acciones que el promotor la Fundación Unicaja (30,2%) y los dueños de Mayoral (8,5%).
El fondo puso el martes por la tarde a la venta un 7% de su participación en una colocación acelerada. Para ello, contrató a Bank of America y Citi. A última hora de ese día, los bancos de inversión contactaron con Oceanwood para transmitirle la intención de Olivo de adquirir unos 60 millones de títulos, algo más del 2% de la entidad.
Olivo estaba dispuesto a pagar alrededor de un euro por cada acción, el precio al que se cerró finalmente la operación. Pero la compra no fructificó porque ya se habían cerrado los libros, como señalan fuentes conocedoras. La operación a última hora fue más difícil porque no había brokers españoles y por tratarse del mes de agosto, lo que imposibilitó que se volvieran a abrir los libros, apuntan las fuentes. Otras fuentes del mercado aseguran que el empresario habría adquirido más títulos en el mercado durante la sesión de ayer.
"Unicaja se desplomó ayer casi un 6% tras la salida de Oceanwood, uno de los que más empujó para la fusión con Liberbank
El fondo de Noruega se refuerza
Oceanwood se deshizo de un paquete del 7,06% de Unicaja por 187,5 millones y conservará una participación testimonial del 0,35%. La mayoría de las acciones se vendieron al fondo soberano de Noruega, Norges Bank, que ya tenía antes más de un 5% del banco, y a Wellington.
El fondo anglosajón entró en la entidad asturiana en 2014 y tres años más tarde se sentó en el consejo. Ha sido uno de los principales valedores de Manuel Menéndez, exconsejero delegado de Unicaja y de Liberbank, en la batalla de poder.
Oceawood se ha apuntado plusvalías superiores al 15% desde su primera inversión en Liberbank, según estiman fuentes financieras, gracias sobre todo a la fusión con Unicaja. De hecho, el banco andaluz se revalorizó en Bolsa más de un 40% desde que ambas entidades anunciaran que reactivaban la integración fallida en 2018 (el 5 de octubre de 2020) hasta el pasado martes, cuando al cierre de mercado se inició la colocación del paquete de Oceanwood.
Cambios en el consejo
La venta ha propiciado la salida de David Vaamonde, representante del fondo anglosajón, del consejo de Unicaja, que ahora tendrá que reconfiguar el máximo órgano de gobierno. Aún tienen que desembarcar los cuatro nuevos independientes (Antonio Carrascosa, Rocío Fernández, Nuria Aliño e Inés Guzmán), que están a la espera del aval de idoneidad del Banco Central Europeo (BCE) para ocupar sus sillones.
La entidad puede aprovechar para reforzar la presencia de independientes (tendría seis con la llegada de los cuatro citados anteriormente). Aunque es probable que el propio Olivo u otros accionistas reclamen un puesto en el consejo.
La salida de Oceanwood no sentó bien a Unicaja en Bolsa. La entidad se desplomó un 5,84% en la jornada de este miércoles coincidiendo con la venta del paquete del fondo anglosajón, que fue uno de los que más empujó para la integración con Liberbank. Está por ver si las aguas se calman en el seno del banco.
