El presidente de Colombia, Iván Duque, y Pedro Sigüenza, consejero delegado de Sacyr, inauguraron el megapuente de Pumarejo sobre el río Magdalena, en Barranquilla (Colombia), el pasado 10 de diciembre de 2019. Una infraestructura, que se convertía en uno de los puentes más grandes del país, que costó 215 millones de euros (800.000 millones de pesos). Un gasto más elevado de lo presupuestado en un primer momento y que llevará a la constructora española a reclamar una compensación.
Según explican fuentes conocedoras del proceso a Vozpópuli, Sacyr pide al Instituto Nacional de Vías de Colombia (Invías), la rama del Gobierno colombiano de contratación, un total de 200.000 millones de pesos, 53,87 millones de euros al cambio actual, producidos por los cambios de normas técnicas en la construcción de puentes.
Esta controversia llegaría por el cambio de diseños originales de 2011 que cifraban el coste del puente en algo más de 600.000 millones de pesos, 161 millones de euros, según detalla el medio colombiano Blu Radio. Una diferencia que ahora le tocará resolver a un tribunal arbitral. Un proceso habitual para mediar en este tipo de controversias, según explican fuentes del sector a este medio.
La obra concedida por Invías y ejecutada por Sacyr es una infraestructura estratégica para la región. Su uso es mejorar la conectividad y la navegabilidad del río Magdalena, al permitir el paso de buques de mayor tonelaje. La altura de los barcos que podrán pasar por debajo del puente es de 45 metros, clave para la economía local.
Un consorcio de Sacyr
La obra se realizó a través de un consorcio de Sacyr Chile, Sacyr Colombia y Esgamo Ingenieros Constructores, que obtuvieron la licitación del Puente de Pumarejo en 2015 por un importe inicial de 615.000 millones de pesos, 165 millones de euros, y en un plazo de ejecución de 36 meses. Finalmente, el importe se elevó hasta los 215 millones de euros.
El consorcio empleó a 5.600 personas durante los cuatro años que ha necesitado esta construcción. En el pico más alto de actividad llegó a haber 1.500 personas trabajando en el puente. Cerca del 80% provenían de la zona de influencia.
La obra final ha dejado un megapuente con dos calzadas de tres carriles cada una, 2,25 kilómetros de longitud, un kilómetro de viaductos y accesos, 3,2 km de andenes peatonales y otros 3,2 km de ciclorruta. La longitud del tramo atirantado es de 800 metros, y la longitud total es de 2.173 metros, lo que lo convierte en uno de los más largos de Colombia de esta tipología.