El Gobierno ha prometido a Cataluña que le destinará inversiones para conseguir que vuelva a ser el "motor económico" de España, puesto de liderazgo económico que perdió en el año 2017 en favor de la Comunidad de Madrid.
Así lo ha reiterado el presidente, Pedro Sánchez, en distintas intervenciones públicas que han tenido lugar esta semana, coincidiendo con la celebración de la mesa de diálogo con la Generalitat de Cataluña, que ha tenido lugar este miércoles, y en la antesala de que el Ministerio de Hacienda presente en las cámaras el anteproyecto de Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2022, para los que el Ejecutivo necesita contar con el apoyo de partidos como Esquerra Republicana de Catalunya (ERC).
"El Gobierno de España es un gobierno que apuesta por las inversiones en Cataluña. Acabamos de levantar los peajes, estamos apostando por los (trenes) cercanías en Cataluña, estamos apostando por el eje mediterráneo que vertebra todo el país. Esto lo estamos haciendo porque creemos en nuestro país y porque creo que, además, es de interés de toda España que Cataluña no se quede atrás y que lidere como motor económico la recuperación económica de nuestro país", recalcó Sánchez este mismo lunes en la entrevista en TVE.
En su opinión, interesa a todo el país que Cataluña lidere el repunte del PIB tras la crisis de la covid-19 y que recupere su rol como locomotora económica del país. No detalló el presidente por qué le interesa a un murciano, un extremeño o un castellanoleonés -por ejemplo- que sea esa región y no otra la que más crezca los próximos años.
Si Cataluña es motor económico, será a costa de Madrid
Si Cataluña lo consigue, será a costa de desbancar a la Comunidad de Madrid, que en el año 2017 consiguió convertirse en la región que más aportaba al crecimiento económico nacional, con un 19,2% del total y se mantuvo en el primer puesto en los años sucesivos.
"En el ámbito de Cataluña, los efectos de eventos como los atentados terroristas o la tensión relacionada con el entorno político comienzan a trasladarse a una desaceleración de la economía, que progresivamente va perdiendo su posición de liderazgo en el crecimiento regional", explicaban los analistas de BBVA Research en el observatorio regional del cuarto trimestre de 2018.
En términos absolutos, fue en 2017 cuando la Comunidad de Madrid superó ligeramente a Cataluña en volumen de PIB, con 222.027 millones de euros a precios de mercado, frente a los 221.476 millones de Cataluña, según los datos de Contabilidad Regional del INE. Esa brecha se ha hecho más grande en 2018 y 2019.
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!function(){"use strict";window.addEventListener("message",(function(e){if(void 0!==e.data["datawrapper-height"]){var t=document.querySelectorAll("iframe");for(var a in e.data["datawrapper-height"])for(var r=0;r<t.length;r++){if(t[r].contentWindow===e.source)t[r].style.height=e.data["datawrapper-height"][a]+"px"}}}))}();Cataluña, por su parte, estuvo creciendo por encima de la media nacional y a tasas superiores a las de Madrid desde el año 2014 en que se afianzó la recuperación tras la crisis financiera de 2008, pero desde 2017 crece por debajo de la media del país.
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Según ha dejado claro Sánchez, el objetivo del Gobierno es fomentar las inversiones en esa comunidad y hacerla receptora de fondos europeos para conseguir que vuelva a crecer por encima de la media y vuelva a abanderar el crecimiento.
Esta declaración de intenciones se produce en un contexto de alta hostilidad con el gobierno regional de la Comunidad de Madrid, liderado por Isabel Díaz Ayuso, que ha sido especialmente crítica con la gestión que ha hecho el Ejecutivo de la pandemia y que ha aplicado medidas que se sitúan en las antípodas de las del Gobierno central en materia de restricciones.
La fiscalidad es otro de los ámbitos en los que el gobierno madrileño quiere oponerse al de Sánchez, abanderando las bajadas de impuestos como fórmula de crecimiento -con los recortes de gasto público que suponen-, en lugar del aumento de recaudación que el Gobierno central considera necesario para mantener un nivel de gasto público social elevado.