La mudanza de Santander al nuevo edificio de Popular no se producirá hasta después del verano. La entidad que preside Ana Botín comenzará a desplazar a algunos trabajadores a la que será la nueva sede de su división española en las próximas semanas, si bien el grueso de la plantilla se trasladará a partir de septiembre, según fuentes financieras consultadas por Vozpopuli.
El edificio está situado en la calle Juan Ignacio Luca de Tena, 11, cerca de la salida de Madrid por la A-2, y cuenta con una superficie de 123.000 metros cuadrados. Alberga cuatro plantas para oficinas y cuatro sótanos con capacidad para unas 1.600 plazas de aparcamiento.
Con un coste de construcción de 144 millones de euros, el inmueble fue ideado por Ángel Ron para agrupar a todos los empleados de los servicios centrales Popular. Tras la resolución, su propiedad cambió de manos y pasó a formar parte del patrimonio de Santander, cuya intención es establecer en Luca de Tena la nueva sede de Santander España, según anunció la propia Ana Botín a comienzos de año.
Calendario
Por el momento continúan las obras de instalación de los diferentes departamentos y será en las próximas semanas, entre finales de mayo y comienzos de junio, cuando los trabajadores de la entidad pisen la nueva sede. De hecho, serán los empleados de los servicios centrales de Popular, repartidos actualmente en diferentes inmuebles de Madrid, los primeros en trasladarse.
Está previsto que los trabajadores de Santander España, la mayoría de ellos instalados en la antigua sede de Banesto en la calle Mesena, se muden a Luca de Tena entre los meses de septiembre, octubre y noviembre para que el traslado quede completado antes de finales de año.
El edificio de Luca de Tena tiene capacidad para albergar a 3.000 empleados. Según las fuentes consultadas, algunos trabajadores de Santander España permanecerán, por el momento, en Mesena a la espera de que el banco cántabro tome una decisión sobre el futuro del complejo.
De hecho, como publicó este medio, Santander prevé recalificar los terrenos de oficinas e instalaciones deportivas de la antigua sede de Banesto para uso urbanístico una vez culmine la reorganización de la plantilla.
Homologación
Entretanto, una vez cerrado el ERE para integrar los servicios centrales de Santander y Popular, que se saldó con la salida de 1.100 empleados, el banco y los sindicatos se encuentran negociando la homologación de las condiciones laborales de ambas plantillas.
Según las fuentes consultadas, es previsible que las condiciones que prevalezcan tras la homologación sean las de los trabajadores del banco cántabro, aunque la dirección de Santander podría satisfacer algunas de las reclamas de los trabajadores de Popular.