El sector del automóvil está sufriendo como pocas industrias toda vez que lo hace por partida doble. A los problemas generados desde el inicio de la pandemia que condicionó en gran medida los resultados del pasado ejercicio se ha unido este 2021 los coletazos propios que todavía supone una demanda que no se ha recuperado en la medida que se esperaba. Y junto a ello, se ha unido este año el problema de abastecimiento de semiconductores imprescindibles hoy en día en la fabricación de coches.
Un problema que todos los fabricantes están sorteando con ajustes milimétricos en las jornadas de producción y que en el caso de la española Seat coincide en el tiempo con un récord de pedidos al que lamentablemente no puede hacer frente a tiempo.
El presidente de Seat, Wayne Griffiths, ha dado por hecho que la escasez de semiconductores va a tener de hecho un gran impacto en los resultados de la compañía por la reducción de la producción y la imposibilidad de recuperar las unidades perdidas en lo que queda de año. Ante la crisis de estos chips, que afecta a la industria mundial del automóvil, Griffiths ha asegurado que no queda más que aplicar la flexibilidad laboral en la fábrica de Martorell (Barcelona) y "hacerlo lo mejor que podamos".
En declaraciones durante la presentación en el Salón del Automóvil de Múnich, el primero que se realiza de manera presencial desde la pandemia, del prototipo urbano eléctrico de Cupra, el máximo ejecutivo de Seat ha lamentado la situación que está viviendo el sector por la falta de estos componentes y ha destacado que Seat está priorizando la fabricación de coches híbridos y eléctricos para poder cumplir los objetivos de emisiones de la Comisión Europea.
"El impacto será mayor del que preveíamos antes del verano. Éramos más optimistas antes del verano y queríamos recuperar producción en el segundo semestre, pero en julio y agosto nos ha afectado bastante. Los problemas seguirán en el segundo semestre", ha señalado.
La filial española del grupo Volkswagen no ha cuantificado aún la pérdida de producción ocasionada por la falta de semiconductores, que se ha frenado en parte por los turnos extraordinarios que se trabajaron en Martorell en agosto, un mes en que la fábrica siempre cierra. Así, Seat consiguió producir 12.000 coches durante el mes pasado.
La falta de semiconductores ha coincidido en el tiempo con un fuerte demanda de los modelos de Seat, "la más alta de la historia", ha señalado Griffiths, que ha lamentado que los tiempos de entrega de los vehículos a los clientes son "demasiado altos". La escasez de estos componentes ha llevado a la fábrica de Martorell, la principal planta de automóviles de España, a cerrar durante tres jornadas esta misma semana.
Paradas en Valladolid, Vigo y Vitoria
Aunque la crisis de los semiconductores ha pillado a Seat en uno de sus mejores momentos en cuanto a demanda se refiere, otras muchas fábricas españolas están viviendo la misma situación, como la de Renault en Valladolid, la de PSA en Vigo o la de Mercedes-Benz en Vitoria.
Renault ha confirmado esta semana que parará el turno de noche en la factoría de Carrocería y Montaje de Valladolid durante la práctica totalidad del mes de septiembre (jueves 2, viernes 3 y del 6 al 30), con la posibilidad incluso de que algún día de la próxima semana se amplíen los paros a la mañana y la tarde. Todos ellos como consecuencia de la escasez de chips semiconductores en el mercado. Una situación que será revisada a finales de este mes para decidir si se continúa con los paros en octubre y más adelante.
La planta de Vigo del grupo Stellantis retrasó hasta el pasado jueves la reanudación de la actividad en el sistema 2 de montaje en el que produce las furgonetas, una línea que estuvo parada durante cuatro días por los mismos problemas de aprovisionamiento que aquejan a casi todos los fabricantes.
Por su parte, la fábrica de Mercedes-Benz Vitoria también ha vuelto a parar la producción esta semana en sus tres turnos de trabajo y reduce, una vez más, sus previsiones de producción para este año, que ahora fija en 134.561 unidades, casi 3.600 menos que la previsión realizada hace solo una semana y cerca de 16.000 menos de lo previsto a comienzos del ejercicio. Los días 6, 7, 8, 9 y 10 la parada está afectando a los tres turnos de producción, tanto los trabajadores directos, como los indirectos 'coligados'.
También se han cancelado las actividades del próximo fin de semana del 11 y 12 de septiembre. Se espera que a partir del 13 de septiembre se mantenga la producción de acuerdo a lo planificado, aunque debido a la "alta incertidumbre" respecto al suministro de semiconductores, se ha convocado una nueva reunión con los sindicatos para este próximo jueves 9 para anunciar si se confirma el reinicio de la producción o si se mantiene paralizada la actividad de la planta.