Más del 80% de los trabajadores del sector aéreo continúan afectados por un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) en España, según ha avanzado este martes el presidente de la Asociación de Líneas Aéreas (ALA), Javier Gándara.
La patronal, que aglutina cerca de 80 aerolíneas en España, advierte que es necesario alargar esta medida al menos hasta Semana Santa de 2021, pues "hay más de un millón de puestos de trabajo en el sector en juego" y "no se descartan medidas más drásticas" como los despidos.
ALA ha ofrecido hoy un balance de la "nefasta" temporada de verano: entre junio y agosto se han operado 220.000 vuelos en España, un 64% menos que en el mismo periodo del año anterior.
Además, no todos estos asientos se han cubierto: sólo han volado un 20% de los pasajeros que viajaron en la campaña estival de 2019, apenas 17 millones de personas.
En este sentido, y con una previsión de temporada de invierno aún más negativa, ALA insta al Gobierno a que adopte un Plan de Ayudas para la supervivencia y posterior recuperación del sector aéreo.
"Con estos datos tan pesimistas de la campaña de verano es necesario que se activen con urgencia medidas que respalden al sector para poder encarar la temporada de invierno", ha señalado Javier Gándara.
La patronal alerta de que el impacto de la Covid-19 ha dejado en una situación "muy vulnerable" a los trabajadores que dependen directa o indirectamente del sector aéreo, con más de un millón de puestos de empleos en riesgo.
Así, reclama la prolongación de los ERTE por fuerza mayor al menos hasta 2021, con el fin de "ajustar las plantillas a la actividad aérea y garantizar su empleabilidad en el futuro".
En España, la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA) prevé una pérdida del 48,4% de pasajeros para este año en España, es decir, 133 millones de pasajeros menos al cierre de 2020.
Según sus cálculos, esto provocaría una pérdida de ingresos en el sector de 15.105 millones de euros y tendría un impacto en el PIB nacional de 58.303 millones de euros, lo que equivaldría a un descenso del 4,68% del PIB.
