Todo el mundo habla del poder adquisitivo que han perdido los pensionistas por la aplicación de la reforma del año 2013, que introducía un nuevo índice de actualización con un máximo y un mínimo para equilibrar el sistema. La aplicación de este nuevo índice ha hecho que estas prestaciones subieran el mínimo (0,25%) desde el año 2014, lo que ha provocado que los pensionistas perdieran poder adquisitivo en 2017. Pero lo cierto es que los sueldos subieron aún menos, un 0,1%, de forma que la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores superó en un 17% la de los pensionistas.
La comparación es importante porque son los pensionistas los que han tomando las calles y arrancado al Gobierno subidas de pensiones mayores para 2018 y 2019. Los grupos utilizaron las movilizaciones y a este colectivo para presionar al anterior Ejecutivo y volverán a hacerlo para que el PSOE vuelva a ligarlas de forma definitiva al IPC. Pero los sueldos están evolucionando peor que las pensiones.
Según la Encuesta Anual de Coste Laboral que elabora cada año el Instituto Nacional de Estadística (INE), el salario bruto anual fue de 22.806,95 euros en el año 2017, lo que supone un incremento del 0,1% respecto a la cifra de 2016. También los costes laborales totales, que incluyen otros conceptos como las cotizaciones sociales, crecieron un 0,1% y sumaron 30.744,74 euros al año. Estas subidas del 0,1% se alejan mucho del incremento que registraron los precios en diciembre (1,1%) y de la inflación media del conjunto del año (1,94%).
Lo que está claro es que las cifras del INE demuestran que el empleo no está recogiendo aún los frutos de la recuperación. Aunque hay que tener en cuenta que la cifra puede estar afectada por la creación de nuevos empleos precarios que bajen la media de los sueldos de las personas que llevan años ocupando su puesto de trabajo y que sí pueden haber recibido cierto aumento en sus nóminas.
Suben los sueldos en el sector financiero y bajan mucho en las actividades relacionadas con el suministro de energía
De hecho, no todos los sectores se han comportado de la misma manera. Los sueldos subieron en 2017 en los empleos relacionados con las actividades financieras, con las inmobiliarias, en el comercio, en las actividades administrativas, en la hostelería, las actividades profesionales, científicas y técnicas, la educación, la industria manufacturera y las industrias extractivas. Aunque no todos ganaron poder de compra.
En cambio, bajaron en los empleos relacionados con el suministro de agua, la información y la comunicación, el transporte y almacenamiento, la construcción y el suministro de energía. Y se quedaron estancados en la sanidad y las actividades artísticas, recreativas y de entrenimiento. Estas cifras convierten a estos sectores en los más perjudicados por la inflación del 1,1%.
La hostelería
En cualquier caso y de modo agregado, la industria sigue siendo el sector que ofrece los sueldos más altos a sus empleados y el sector servicios, el que paga los jornales más bajos. De hecho, destaca sobre todo la precaria situación de la hostelería, una de las parcelas de actividad que más ha tirado del PIB tras la recesión. En este sector, el sueldo bruto medio no llega a 14.000 euros, muy por debajo de los casi 23.000 de la media española.
Aunque estos trabajadores no perdieron poder adquisitivo en 2017 (sus sueldos mejoraron un 1,1%), su situación es tremendamente precaria. El sector tuvo además el año pasado los menores costes por formación profesional, los beneficios sociales más bajos y las menores subvenciones y deducciones, según las cifras del INE.
En cualquier caso, la estadística del INE demuestra que los trabajadores del sector privado sufrieron más que los pensionistas el efecto de la inflación, algo que podría repetirse este mismo año.El acuerdo que firmaron empresarios y sindicatos debería hacer que los sueldos también subieran más en el sector privado en 2018, pero tendremos que esperar para saberlo.