Las perspectivas económicas de Telefónica auguran que el sector de las telecomunicaciones podría ser uno de los menos afectados por el impacto derivado de la situación generada a nivel mundial por la pandemia del coronavirus.
En concreto, se estima que la acción de Telefónica, con un precio objetivo estimado por el consenso de los analistas del mercado en 7,75 euros y una rentabilidad por dividendo superior al 10%, podría beneficiarse de una revalorización de casi el 110% en cuanto los mercados se estabilicen.
De esta manera, aunque también existen riesgos, en contexto con unos índices en caída libre las últimas semanas, la acción de Telefónica y de otras grandes compañías del sector ofrece ventajas competitivas que la sitúan entre los valores destinados a protagonizar la recuperación de los mercados bursátiles.
Los títulos del grupo español de telecomunicaciones han cerrado la sesión del martes en los 4,33 euros, lo representa un fuerte repunte del 17,8% en comparación con el mínimo histórico de 3,682 euros en los que cerraron la sesión del lunes, aunque han llegado a subir un 20%, hasta los 4,41 euros.
La subida de Telefónica se ha visto impulsada por la decisión del Gobierno de blindar a las empresas españolas que operan en sectores estratégicos para impedir que la caída de su cotización por las medidas adoptadas para frenar el coronavirus les haga presas fáciles de compañías de fuera de la Unión Europea (UE).
Aspectos positivos
El análisis de los posibles impactos de la crisis en una compañía como Telefónica valora principalmente algunos aspectos positivos, como el aumento en el consumo de voz y datos, que representa uno de los efectos más evidentes de la pandemia.
Este incremento ya se ha empezado a notar en España, donde las cinco grandes operadoras (Telefónica, Orange, Vodafone, MásMóvil y Euskaltel) hablan de incremento del tráfico de redes IP de cerca del 40%, de un 50% en la voz y de un 25% en los datos. Este aumento se reproducirá en otros países en los que esta presente Telefónica a medida que la pandemia se extienda.
Otro los efectos previsibles de la pandemia es un aumento de la venta de terminales telefónicos móviles y un incremento en la contratación de paquetes de servicios con fibra residencial y televisión, aunque todavía no hay datos fiables y concretos al respecto.
En este sentido, el estado de alarma decretado en España exime de cierre a las tiendas de Telefónica y otras compañías de telecomunicaciones, ya que el Gobierno considera que el servicio que prestan es esencial para los ciudadanos en estos momentos de pandemia.
Alta liquidez
Por otro lado, la agencia Moody's situó a Telefónica en otoño de 2019 a la cabeza de las empresas españolas en liquidez. En concreto, disponía en su caja de 8.540 millones de euros para atender a vencimientos y hacer frente a desembolsos como el pago de dividendos, cantidad que le permite afrontar la crisis que pueda venir de una manera más desahogada que muchas de sus competidoras.
Asimismo, está demostrado que las crisis sirven para reducir el número de competidores e impedir la incorporación de nuevos actores en el mercado, creando un contexto de reducción natural de la competencia en el que los actores pequeños y medianos tienden a desaparecer, mientras que las empresas grandes y consolidadas aumentan su cuota de mercado.
Respecto al impacto de las divisas en sus cuentas, que algunos analistas comienzan a estimar en un 5% del Ebitda, la decisión de la Reserva Federal de Estados Unidos de bajar los tipos de interés hasta una horquilla entre el 0 y el 0,25% está consiguiendo frenar la caída del dólar y la revalorización del euro.
Sin duda, la depreciación de la libra esterlina y del real brasileño pueden tener un efecto negativo en los resultados de Telefónica, pero la altísima volatilidad de los mercados cambiarios impide en estos momentos hacer previsiones sólidas al respecto.
Estacionalización del turismo
Por otro lado, las operadoras como Telefónica podrán salvar buena parte de los ingresos que obtienen por el uso de voz y datos de los turistas extranjeros si la pandemia se consigue controlar en el primer cuatrimestre de 2020, ya que el mercado español se caracteriza por una fuerte estacionalización del sector turístico, centrado en el sol y playa.
Este hecho, en líneas generales negativo, puede venir ahora en ayuda del sector de las telecomunicaciones, ya que, aunque es evidente que las operadoras españolas van a dejar de percibir ingresos por un descenso en el consumo de voz y datos de los turistas, un 74,43% de los 83,7 millones de turistas extranjeros que visitaron España en 2019 lo hicieron en los dos últimos cuatrimestres del año.
En cuanto al parón que podría traer esta crisis en las operaciones de fusiones y adquisiciones (M&A), este es un factor negativo en principio para Telefónica, ya que ha situado como pilares de su refundación una escisión de sus negocios en Hispanoamérica y la entrada de socios en la nueva Telefónica Infra, objetivos que serán más difíciles de cumplir mientras no se estabilicen los mercados.