Es una de las marcas pioneras en la electrificación de sus modelos y marcó en cierto modo el inicio de esta ahora casi obligada tecnología hace casi tres décadas. Pero a la vez, ha sido una de las marcas más admiradas por sus modelos todo terreno, ahora defenestrados en el mercado por sus elevadas tasas de emisiones que les penalizan en una realidad ahora marcada por el ecologismo y el máximo respeto medioambiental.
Y para que estos emblemáticos modelos, como son el Land Cruiser o su versión pick up Hilux, puedan seguir siendo disfrutados en el mercado, Toyota los hará compatibles con el diésel HVO100, que no contiene combustibles fósiles y que procede de fuentes 100% renovables, como aceite de cocina reciclado. Así, tanto el Land Cruiser como el propio Hilux se sumarán a la familia Toyota Proace, ya compatible con el diésel HVO100.
El HVO100 -Hydrotreated Vegetable Oil, o aceite vegetal hidrotratado-, cumple la norma de calidad europea EN 15940 de gasóleo parafínico. Tiene un cetanaje superior (c80) que el gasóleo estándar, así como un contenido inferior de azufre e hidrocarburos aromáticos. Está hecho de aceite vegetal -de palma, colza- y residuos reciclados, como, por ejemplo, aceite de cocina usado.
Los surtidores de HVO100 son cada vez más habituales en las estaciones de servicio europeas, y hay ya alrededor de un millar en funcionamiento entre Bélgica, Dinamarca, Finlandia, Estonia, Letonia, Lituania, Holanda, Noruega y Suecia. Al mismo tiempo, a medida que más clientes se pasan al HVO100, aumenta la producción, con la expectativa de alcanzar los 15,5 millones de toneladas anuales en 2030, respecto a los cerca de cuatro millones de toneladas que se producen en la actualidad.
Mínimos ajustes
El uso de HVO100 no requiere ninguna acción especial ni cambio del estilo de conducción por parte del cliente. La principal modificación técnica respecto a los vehículos actuales consiste en un ajuste del sistema de inyección de combustible, para aumentar el caudal del mismo, porque el HVO100 es menos denso que el gasóleo estándar.
Este cambio no afecta a la capacidad del vehículo de funcionar con diésel estándar, así que se puede usar cualquiera de los dos combustibles de forma habitual. A raíz del uso de HVO100 y el ajuste del sistema de inyección, se produce un ligero incremento de la potencia máxima desarrollada por el motor.
Un paso más en lo que a sostenibilidad se refiere de una marca, Toyota, que junto a Lexus, su marca Premium, es líder mundial en la comercialización de modelos electrificados, con más de 20 millones de turismos electrificados vendidos en todo el mundo y 350.000 unidades en España desde 1997. La hoja de ruta de la electrificación de Toyota, con la vista puesta en una sociedad sin emisiones de CO2, arrancó hace más de 20 años con el nacimiento de la tecnología híbrida, y desde entonces siguen trabajando en ese objetivo.
Una marca que ha ido en este campo siempre por delante y que sigue haciéndolo a día de hoy. De hecho en modelos como el Yaris Hybrid las emisiones de NOx son más de un 90% inferiores al límite establecido por la legislación actual.