La crisis provocada por el coronavirus se ha llevado por delante a Naviera Armas, la dueña de Transmediterránea y la empresa que conecta por mar Canarias y Baleares con la Península. Y es que la falta de turistas ha provocado que la naviera no pueda hacer frente a sus deudas.
Según indica El Confidencial por fuentes internas de la compañía canaria, el pasivo actual de Naviera Armas es de 800 millones de euros. Así, la empresa ha comunicado que no puede hacer frente a los pagos del cupón de los bonos por valor de 282 millones que vencen en 2023 y que tienen que ser devengados antes de que finalice el próximo mes de enero.
Además, la naviera tiene otra emisión por 300 millones que acaba en 2024 con un próximo pago de intereses que debería ser abonado este mismo 16 de noviembre. Con todo ello, los propietarios de la empresa han contratado a PwC y Houlihan Lokey para intentar buscar una solución al momento actual que viven.
55 millones de los ICO
Naviera Armas obtuvo una línea de financiación del Instituto de Crédito Oficial (ICO) de 55 millones de euros. A esta cantidad, que le fue dada durante el pasado mes de mayo, en los primeros meses de la pandemia, se le sumó en agosto un crédito de 75 millones de euros de los fondos oportunistas HPS y Apollo. Pero estos 130 millones son insuficientes para hacer frente a los pagos que tiene ahora la empresa.