No fue de las primeras en llegar a la protesta pero sí de las más solícitas al momento de coger sitio. Visiblemente más delgada y trepada en unas interminables plataformas negras, la galerista María Porto acudió a la concentración convocada el pasado martes frente al Museo Reina Sofía por el sector de los artistas y galeristas para protestar contra el aumento de la subida del IVA del 8% al 21%. No la acompañaba en esta oportunidad su esposo, el presidente de Foro, Francisco Álvarez Cascos, tan amante del arte como su mujer, de la que ha aprendido cual aventajadísimo alumno (Cascos mandó a hacerse su retrato como ex ministro de fomento nada más y nada menos que con Antonio López).
La ex directora de la Galería Marlborough se presentó a eso de las ocho y media de la tarde. No cruzó muchas palabras con lo asistentes, entre quienes se encontraban sus colegas galeristas Juana de Aizpuru y Soledad Lorenzo. Discreta y callada, María Porto se limitó a sostener un cartelito con el mensaje “La cultura no es un lujo”. Nada de voces ni aspavientos. Muchos se preguntan, sin embargo, … ¿De qué se queja María Porto? ¿Por qué protesta si sus negocios en el mundo del arte marchan viento en popa?
No contenta con los buenos resultados que está dando El Espacio de las Artes –la galería que abrió el año pasado en el Corte Inglés de Castellana de Madrid- María Porto tiene nuevos –e interesantes- proyectos. Bajo el ala de Isidoro Álvarez , Porto abrirá dos galerías más este año: una en Puerto Banús, en agosto, y la otra en Barcelona, en octubre. A juzgar por su presencia en la protesta, Porto no tiene ni una queja en cuanto a ganancias se refiere. ¿Será por eso que no le gusta ni un pelo la subida del tipo?