ING tiene una particular forma de demostrar que España va bien. Los directivos de la filial hispana de la entidad holandesa vuelven a poner encima de la mesa reivindicaciones propias de la etapa precrisis.
Según ha podido saber este Buscón, los chicos de Ignacio Churruca consideran que los 100 euros de tope que les dan para las comidas de empresa son poca cosa y han realizado una petición a su Cuartel General para que incremente esta partida presupuestaria. Asunto este que, como siempre ocurre, no ha sentado nada bien al personal de infantería de la entidad bancaria que debe comer y pagarse su menú diariamente en los alrededores de la madrileña calle Génova y en la que es misión imposible encontrar locales de menos de 10 euros menú.
Lejos quedan ya los tiempos dorados en los que los ejecutivos de rango medio-alto blandían sus corporate para pagar las comidas en las que aparentemente siempre se hablaba de negocios pero muchas de las cuales escondían compadreos y citas casi personales. Lo único positivo de todo esto es que si mejoran estos 100 euros para comer con un cliente puede ser un buen dinamizador para recuperar el asolado sector de los restaurantes de lujo en la Villa y Corte.