El presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, se encerró este sábado en un salón de actos con más de 400 de los responsables de la sanidad madrileña para exponerles los planes de actuación del Gobierno regional cuando falta menos de un año para que termine la legislatura. El Ejecutivo lo llamó "encuentro con una amplia representación de la sanidad madrileña"; la oposición, acto electoral.
La Consejería de Sanidad dice que buscó un aula más grande, pues se calcula que el staff profesional de todos los hospitales y servicios es de cerca de dos mil personas, pero finalmente se decidieron por el Gregorio Marañón.
Fueron llamados (en un día de fiesta) jefes de servicio, supervisoras de enfermería, responsables de centros de salud y directivos "sin ningún criterio ideológico", según explicaban en la Comunidad. Hubo un turno de preguntas con el presidente que quiso privatizar muchos de sus hospitales. Durante la charla uno de los médicos tuvo un bajón de tensión y tuvo que ser atendido por sus compañeros. Entre las medidas que anunció González está la decisión de hacer pruebas diagnósticas durante los fines de semana, medida que ya tienen puesta en marcha muchos centros privados, para reducir la lista de espera. También propuso medidas para estabilizar el empleo.
El PSOE, por medio de su portavoz en Sanidad, José Manuel Freire, denunció que se trata de una convocatoria "insólita" de quienes siempre se han negado a hablar con otros que no fueran los representaciones legales.
Freire dijo que se habían dado instrucciones para que escogieran a tres jefes de servicio "no problemáticos" de la cuerda para asistir a un encuentro con el presidente que se llama 'Política sanitaria 2014/2015'. Consideran que se trata de una medida ridícula cuando quedan 9 meses sólo para terminar la legislatura. "Van a dejar de maltratar a los médicos", se preguntaba.
Pretenden un "dique negro" para contrarrestar a los médicos de la marea blanca.
La versión oficial es que se quería "ilusionar" a los médicos con esta reunión "muy importante" con "una nueva forma de organización y empleo".
Médicos críticos dicen que les van a dar más autonomía a los centros para intentar "salir del callejón sin salida tras dispararse la lista de espera a niveles no conocidos”. “Quieren paz social ante las elecciones", añadieron.