Se esperaba la noche del viernes en Mallorca ver al fin juntos a los Príncipes de Asturias, imagen tradicional del estío balear. No fue así. Don Felipe acudió en solitario a la tradicional entrega de premios de la Copa del Rey de Vela, en contra de lo que dicta la costumbre y en contra también de lo que habían anunciado algunos voceros de la organización.
La ausencia de la Princesa fue un detalle que llamó enormemente la atención a los habituales de este evento, de enorme relevancia en el mundo social de las islas. Don Felipe tampoco había participado ese día en las regatas porque, al parecer, había optado por permanecer en familia esa jornada, algo también sumamente singular. La prensa en Mallorca está hecha un lío.
Los Príncipes de Asturias no han aparecido juntos ni una sola vez este verano en Mallorca. Doña Letizia, muy esperada por fotógrafos y periodistas a lo largo de la semana pasada, hizo su aparición finalmente en la tarde del viernes en la Escuela Nacional de Calanova, a la que asistieron los hijos de las infantas Elena y Cristina. La Princesa acudió acompañada de sus hijas, Leonor y Sofía. Naturalmente estaba la Reina, que este verano está ejerciendo de abuela con insistencia, así como la infanta Elena. No estaba la infanta Cristina. Ni, desde luego, el Príncipe.
A lo largo de toda esta semana el paradero, la agenda y las previsiones sobre las actividades de la princesa han sido una incógnita. Silencio total. Mutismo absoluto. Las autoridades de la isla con la boca cerrada. Desde el funeral por las víctimas del accidente ferroviario de Santiago, la Princesa ha permanecido alejada y casi oculta. A su aire, como ya viene siendo habitual.
Incluso entre los medios informativos se han cruzado estos días apuestas sobre si la Princesa aparecería en público antes del día 6, cuando está fijada oficialmente su llegada a la islas para asistir a la ceremonia de bienvenida que tradicionalmente organizan las autoridades de la Comunidad balear a la Familia Real. Por supuesto, para esa fecha se espera también al Rey Don Juan Carlos, que preside este acto desde hace años.
Pero lo más llamativo de esta evanescente agenda de la Princesa Letizia es la dificultad para encontrarla en actos junto a Don Felipe. La noche del viernes se la esperaba en la entrega de los premios de las regatas y no hizo acto de aparición. La velada resultó un tanto tensa y quizás por ese motivo concluyó antes de lo previsto. Esta semana se espera, sin embargo, que la agenda de los Príncipes se encarrile ya por la vía de lo previsto y pese a ser vacaciones, la normalidad presida la presencia de la Familia Real en Mallorca.
