El Buscón

Fusionar al PP y Ciudadanos: la gran idea de Arenas el fabulador

   

  • El 'popular' Javier Arenas en una imagen de archivo

Partido Popular y Ciudadanos no suman. Aún en el caso de repetirse unas elecciones generales, no habría manera de que la opción del centro derecha liberal logre los escaños suficientes para redondear una mayoría parlamentaria suficiente que abra las puertas de La Moncloa. En el PP se estrujan las meninges con enorme afán por solucionar el nuevo tablero político. Aunque el PP le arrebate votos y escaños a Ciudadanos, no serán nunca los suficientes como para alcanzar la cifra mágica necesaria para superar una sesión de investidura. Ya se está viendo ahora, un puzzle imposible.

Este callejón sin salida obliga a idear nuevas fórmulas o pergeñar situaciones imaginativas. Como la que ha circulado estos días en algunos mentideros de Madrid hasta desembocar incluso en alguna inmarcesible portada. Consiste en la inaudita fusión entre el PP y Ciudadanos de cara a la próxima cita electoral. Por separado, ambas formaciones es difícil que alcancen los 175 escaños necesarios para sortear el escollo de la investidura. Unidos en un solo cuerpo político, en una unidad electoral, los teóricos de esta idea aseguran que superarían con creces los 180, entre otras coas, porque rebañarían los restos que ahora van camino de otras formaciones. Una idea genial, comentan algunas fuentes del PP. 

PP y Ciudadanos, unidos, rebañarían los restos que ahora van camino de otras formaciones

Un veterano en primera línea

Puestos a buscar la paternidad de la gloriosa idea, todos los dedos señalan a un mismo artífice, Javier Arenas, gran muñidor de estrategias, ahora no demasiado activo en su puesto de vicesecretario general del PP con responsabilidades en la periferia autonómica y local. Arenas es de los pocos dirigentes del partido que sigue en primera línea. Tras sus diversos fracasos en Andalucía ha encontrado hueco en Génova, se ha situado en la mesa del Senado, en la diputación permanente y en alguna comisión. Todo suma en la nómina. "Y, por supuesto, sigue enredando", según comenta gente muy próxima a la secretaria general, Dolores Cospedal, más que harta de su compañero de fatigas en el PP. 

La idea del 'ticket' entre PP y Ciudadanos no es nueva, ya se planteó hace unos meses antes de las generales. Alguien se lo deslizó al equipo de Rivera y a los naranjas les dio la risa. Ahora, les ha producido una carcajada sideral. Los 'populares' saldrían enormemente beneficiados de esta extraña cópula, ya que pulirían sus aristas más derechistas, ofrecerían una imagen más moderna y hasta les alejaría en buena parte de sus problemas con la corrupción. Ciudadanos, por contra, apenas conseguiría algunos diputados más, cuatro o cinco, según las cuentas. Una ruina para el equipo naranja. Eso sí, el nombre del nuevo partido, "Ciudadanos populares", no le disgusta a la gente de Rivera en especial porque lo de Ciudadanos aparece por delante. A Rajoy nadie le ha dicho ni 'mu' de esta ocurrencia. No está el horno...

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