El Buscón

Entre Rajoy y Rato… la nada

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No estaba previsto que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, acudiera a la presentación del libro de Memorias de José María Aznar, ese “patriota razonable”, ese “buen español” que no ha sentido en ningún momento nostalgia del poder, tal y como le confesó al periodista Carlos Herrera. El caso es que Rajoy disculpó su ausencia por problemas de agenda hasta que, de repente se le hizo un hueco en la misma y decidió presentarse en el madrileño y lujoso hotel Intercontinental provocando con ello un caos organizativo nada despreciable.

Y lo primero era buscarle un hueco en primera fila para seguir la intervención y, todo ello, sin que “chocará” con Rodrigo Rato, quien después de años de indisimulado despecho contra Aznar por no haberle elegido para la sucesión, se apuntaba precisamente a la presentación del libro en que se habla de la misma. Lo que cuenta el ex jefe del Ejecutivo deja bien a Rodrigo y mal a Mariano, que parece ocupar el puesto de segundo plato después de que el que fuera todopoderoso vicepresidente económico diera calabazas a Aznar por dos veces. Quizá ahí radiquen los motivos de su “reconciliación”, aunque Rato eludió posar con ellos más Ana Botella en la foto oficial de la presentación.

El caso es que la alcaldesa de Madrid y Rato iban a sentarse cada uno a un extremo central de dos filas con un pequeño pasillo por medio, frente a la mesa presidencial. Finalmente Botella fue desplazada un asiento para que su lugar lo ocupara el presidente del Gobierno, que estuvo, de este modo, cerca de Rato pero también muy lejos, sin que cruzaran miradas de complicidad ni de nada al tiempo que se mantuvieran impertérritos mientras Aznar excusaba con unas palabras inteligibles porqué eligió a uno y no a otro. A lo sumo, admitió que “con Rato he cantado alguna vez, con Rajoy, seguro que no”.

Al término del acto, salvo el autor del libro, todos salieron corriendo.

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