La alarma ha comenzado a cundir entre los dirigentes del PP del distrito de Salamanca, uno de los caladeros de votos más importante del PP. La preocupación viene dada por la baja participación en los actos que convoca la sede para sus militantes, especialmente cuando acuden altos cargos del Gobierno. “Hemos pasado de medias de sesenta o setenta personas a treinta”, añaden.
Fuentes del partido indicaron que hay actos de personas con fuerte peso político, como la última presencia del ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, que logran la mitad de asistencia que hace unos meses.
Incluso hay militantes que se atreven a criticar abiertamente algunas medidas del Gobierno en estos actos, como su postura ante ETA o algunos planteamientos políticos.
Pero lo más curioso y preocupante fue la situación se se produjo cuando acudieron a la sede periodistas que en charlas públicas hicieron críticas al Gobierno. En vez de censurar a estos profesionales, muchos de los asistentes aplaudieron y jalearon a los asistentes. Personas que asistieron a estas charlas citan las intervenciones de Carlos Cuesta o Hermann Tertsch en las que se criticaba abiertamente al Gobierno de Mariano Rajoy.
Militantes del PP señalan que se está produciendo una complicada relación entre el Gobierno de la nación y las bases del partido en Madrid, como ocurre en el distrito de Salamanca, que verían muy mal una operación tipo Alvarez Cascos para que desembarcara en "la regional" una persona "de la nacional" para encabezar alguna de las candidaturas en la ciudad o la Comunidad. “Creo que la experiencia de Asturias debería servir para algo”, añadieron. Esto está desanimando a la militancia, que pasa de venir por las sedes, añaden.
Hace algunos meses ya se produjo un primer problema en el barrio de Salamanca cuando la Comunidad de Madrid decidió transformar hace menos de un año en un hospital para crónicos el Hospital de la Princesa. Cientos de afiliados y simpatizantes del PP se acercaron a la Junta de Distrito y a la sede popular para expresar su malestar por el hecho de que les cerraran su hospital de referencia. Los dirigentes populares del distrito se quejaron de que nadie les hubiera anticipado la noticia. Finalmente, se retiró esta propuesta y La Princesa sigue con sus funciones de hospital del barrio.
