Desde este fin de semana y hasta el próximo miércoles Redondela (Pontevedra) promete convertirse en un hervidero de intrigas. La vieja Pescanova celebra junta de accionistas y unos y otros tratarán hasta el día 21 de lograr apoyos a sus propuestas. Los antiguos principales accionistas del grupo gallego, entre ellos el expresidente Manuel Fernández Sousa, o el histórico Paz Andrade, podrían jugar un papel destacado en la junta dependiendo de a quién otorguen sus votos.
El actual consejo de administración de Pescanova -integrado por Diego Fontán, Alejandro Legarda, Iberfomento, y César Mata- plantea ampliar de cuatro a siete el número de miembros de este órgano y nombrar a Carlos Sanz, César Real, y Leopoldo Fernández como nuevos consejeros. Por su parte el fondo estadounidense Broadbill, accionista de la vieja Pescanova, con el 3,59%, pretende incorporar a otras tres personas, Luis Chicharro (exIbersuizas), Wilson Hudkins y Luis Martín.
Para tratar de captar el mayor apoyo posible a su propuesta, el fondo estadounidense ha tenido la idea de insertar un anuncio en la prensa gallega pidiendo el voto de los accionistas.
Además de las diferencias en cuanto al nombramiento de nuevos consejeros, el actual consejo de la vieja Pescanova tiene como principal objetivo la vuelta a la cotización de la empresa, suspendida desde marzo de 2013, cuando estalló el escándalo contable del grupo gallego. También se oponen a una ampliación de capital en Nueva Pescanova, operación que en la práctica dejaría en nada su participación, que en la actualidad es del 20%. Nueva Pescanova, controlado por los bancos acreedores de la compañía, factura cerca de 1.000 millones al año.
Broadbill defiende sin embargo un mayor acercamiento a la Nueva Pescanova, elaborar un nuevo plan de negocio. Lo que sostiene el fondo estadounidense es que cuanto más fuerte sea Nueva Pescanova, mayor valor tendrá el 20% que posee en la vieja Pescanova. También defiende la vuelta a la cotización de la empresa. En un hecho relevante publicado el pasado mes de agosto, Broadbill advirtió que el consejo actual "se encuenta agotado después de la crisis sufrida por la compañía y necesita reforzarse, ya que no ha estudiado posibles propuestas alternativas de negocio".