Hace unas semanas el diputado de Podemos de la Asamblea de Madrid, Ramón Espinar, se enfadó después de que este Buscón contara que se le echaba de menos a primera hora en las sesiones de la mañana de la cámara regional madrileña.
Espinar, que también es portavoz de Podemos en el Senado, se sintió dolido por esa información en la que se decía que se le pegaban las sábanas y contestó en su cuenta de twitter: “información y respuesta. Nunca contesto, pero esto duele. Y tengo que tener derecho a defenderme, como cualquiera”.
También se enfadó cuando un periódico le recriminó que estuviera en un programa de televisión cuando tenía que estar cumpliendo con su trabajo parlamentario. Ramón Espinar es un brillante orador y ha dejado constancia en varias ocasiones de su trabajo parlamentario.
Muchos diputados se intercambiaron por la red una foto del senador Ramón Espinar recostado sobre su sillón
Pero muchos de sus compañeros de Cámara, y no sólo los del PP como él cree, consideran que su actitud y formas, y no sólo las parlamentarias, no son siempre las más correctas. Ayer, muchos diputados, y no especialmente del PP, se intercambiaban por la red una foto del senador Ramón Espinar recostado sobre su sillón echando una traicionera cabezadita después de haber madrugado y estar desde primera hora en su escaño, como por otra parte, es su obligación.
La imagen corrió por Twitter como la pólvora quizá para enfado del durmiente. Cada uno puede estar sentado como quiera en una sala de un Parlamento, pero poner los pies encima de la silla parece cuando menos nuevo y, por ello, los diputados también se intercambian esas fotos del crítico portavoz de Podemos en el Senado que como siga con esas posturas tendrá pronto problemas de espalda.