El Buscón

Rajoy se va tranquilamente a comer con Ana Pastor tras declarar como testigo en el caso Gürtel

El presidente del Gobierno y testigo del caso Gürtel ha almorzado junto a la presidenta del Congreso y la secretaria de Estado de Comunicación en un restaurante junto al parque del Retiro.

No se ha fumado un puro, al menos no hay constancia de ello, pero sí se ha quedado tan tranquilo el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, tras declarar como testigo en el juicio del caso Gürtel. El también presidente del Partido Popular ha acudido al restaurante La Catapa, en la calle Menorca de Madrid y cerca del parque del Retiro, junto a la presidenta del Congreso, Ana Pastor, y la secretaria de Estado de Comunicación, Carmen Martínez Castro.

El presidente del Gobierno Mariano Rajoy ha comparecido este miércoles como testigo en el juicio de la Primera Época de la trama Gürtel (1999-2005) para desvincularse por completo de la gestión económica del Partido Popular. Ni cobró en sobres, ni tenía conocimiento de la Caja B, ni estaba al tanto de los pormenores de los pagos de las campañas electorales del partido ni sabía nada de las cuentas del extesorero Luis Bárcenas en Suiza.

Dentro de la Audiencia Nacional, Rajoy fue recibido, sin que los informadores pudieron verlo, por el presidente de esta institución, José Ramón Navarro, para directamente acudir a la sala de declaraciones, en la que tras jurar decir toda la verdad fue interrogado por las acusaciones y por el abogado del denunciante, Ángel Galindo, durante casi dos horas.

La “respetuosa protesta” del abogado de Adade, una asociación que también ejerce la acusación popular en otros procedimientos como Lezo y Púnica, fue el preludio de un agrio interrogatorio, en el que el propio Benítez de Lugo se quejó del tono de las respuestas del presidente del Gobierno.

El letrado incluso llegó a calificar como “impertinente” una de ellas, ya que Mariano Rajoy al ser preguntado sobre si algún empresario le había advertido sobre los pagos en B contestó: “Jamás, no sé si se ha confundido de testigo, señor letrado, jamás”, espetó el presidente, que de forma súbita fue respondido por el letrado: “¿En qué me he confundido, perdón?”.

La respuesta enfadó a Benítez de Lugo, que de forma directa, y tras ser conminado por el juez Ángel Hurtado a que realizara otra pregunta, dijo: “Si señor, pero me parece impertinente la cuestión”. 

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