Pocas impresiones o ninguna tenía que intercambiar este martes la portavoz del Ayuntamiento de Madrid, Rita Maeste, con empresarios de la ciudad y otras personalidades de la Villa y Corte. No estaba, a tenor de su actitud, en un ambiente cómodo. Era un rápido cocktail en una zona reservada del Casino del Madrid, previo al almuerzo-coloquio -organizado por ABC y la consultora Deloitte- que iba a protagonizar su jefa, la regidora Manuela Carmena. Apenas veinte minutos de cortesía para entablar acercamientos cordiales y amables, romper estigmas o escuchar sugerencias e incluso reinvindicaciones. Eso hizo Carmena, que saludó a un buen número de los VIP allí reunidos. Fue abordada, entre otros, por los omnipresentes Florentino Pérez, presidente del grupo ACS y del Real Madrid, y por Enrique Cerezo, productor y presidente del Atlético de Madrid. También andaban por la sala el presidente de la CEOE, Juan Rosell, y de Globalia, Juan José Hidalgo.
Según ha podido saber este Buscón, al que también han llegado unas instantáneas reveladoras, Maestre permaneció la mayor parte del tiempo en el reservado apartada de los principales corrillos del Madrid de los negocios, de la haute société. En concreto, mató el tiempo conversando con la jefa de prensa de Ahora Madrid, Pepa López, o trasteando con su teléfono móvil. La politóloga ejerce la portavocía del Ayuntamiento con más presupuesto de España, es concejala, tiene asiento en la Junta de Gobierno -donde se tratan los grandes asuntos de la ciudad-, es la coordinadora de este órgano y de Relaciones con el Pleno del Ayuntamiento, es una de las principales asesoras de Carmena... ¿Todas estas responsabilidades para luego estar aislada y ausente?
El nombre de Maestre ha estado estos días en muchos diarios, radios y televisiones de la actualidad nacional por el nombramiento de su padre como nuevo subdirector general de la Agencia Tributaria de Madrid, un nivel 30, el colofón deseado para una larga carrera en la Administración, primero estatal y luego municipal. A Rita nadie le afeó en el Casino el ascenso de su progenitor, también miembro de Podemos como ella, pero quien sí tuvo que lidiar con el papelón fue la regidora Carmena, que cuanto más repite lo "muy válidos" que son sus jóvenes concejales, más quebraderos de cabeza le generan. A Manuela le preguntaron en el coloquio por el supuesto caso de enchufismo de Luis Maestre. Y ella, que se conoce el paño, que ha trabajado 30 años como jueza y otros 15 como abogada, contestó que "no hay incompatibilidad legal alguna" en que el padre de su portavoz, funcionario, ocupe un puesto más alto en la estructura de Hacienda.
"No se puede discriminar a una persona por ser familiar de un cargo electo", sentenció Carmena. La discriminación en este caso habría sido dar ejemplo y recurrir a otro funcionario cualificado que no fuera el padre de la portavoz del Ayuntamiento, que ahora pasará de un nivel 28, al que correspondía un sueldo de 55.000 euros brutos anuales, a un nivel 30, el más prestigioso, remunerado con unos 70.000 euros.
Designaciones suficientemente "motivadas"
Sobre la legalidad del nombramiento no hay discusión, pero sobre la ética y la estética del mismo, los podemitas de Ahora Madrid ya no pueden sentar cátedra o impartir moralina con el mismo entusiasmo con que lo hacía antes de pisar la moqueta del Palacio de Cibeles. Y de ello es consciente Carmena, que tras la defensa jurídica del ascenso de Luis Maestre, sí abrió la puerta este martes a revisar la regulación de los "nombramientos discrecionales", esto es, los de libre designación, como el caso del padre de su portavoz. En ese sentido, se mostró partidaria de que tales decisiones, como la tomada por el concejal de Hacienda, Carlos Sánchez Mato, quien ha fichado al señor Maestre, vayan suficientemente "motivadas y explicadas".
No fueron tales las únicas cuestiones que planteó Carmena sobre el personal del Ayuntamiento. También comentó en el foro que quiere "funcionarios más activos y dinámicos", y no centrados básicamente en controlar la acción de los contratistas que operan para el Consistorio. La alcaldesa aludió a la posibilidad de que estos funcionarios, ahora tan ocupados en tareas fiscalizadoras, desarrollen, por ejemplo, una política de comunicación más ambiciosa en el área de turismo. Así, les animó a ser "creativos" e incluso les lanzó una doble idea: colocar dibujitos de la ciudad de Madrid en las servilletas de los bares, bien con patrocinio de empresas o cofinanciados con fondos municipales, y hacer lo mismo, con anagramas de la capital, en las bolsas que dan los comercios. Ya puede darle al coco el padre de Rita para tener ingenio y contentar a la jefa de su hija...