La oleada de expendientes de regulación de empleo temporal (ERTEs) golpea al sector hotelero ante la falta de demanda por la pandemia del coronavirus SARS-Cov-2. Las grandes cadenas, como Melià, anunciaron la pasada semana esta medida temporal hasta que pasara la crisis sanitaria. El Gremio de Hoteles ha emplazado a todos sus asociados a cerrar a finales de mes.
La medida temporal durará un mínimo de 15 días, siguiendo el criterio establecido por el Estado de alarma, aunque no se descarta que se pueda prolongar. Tras el anuncio de Melià, numerosos hoteles situados en la Ciudad Condal tomaron la misma decisión, como los AC, Hotel Arts y el Palace, que en su web aparece con precios más elevados respecto a los de Semana Santa -la habitación más barata cuesta más de 1.000 euros-. Otros hoteles, más modestos, se plantean la medida ante la restricción de movimientos.
Estas decisiones se deben a la falta de demanda. Las calles de la Ciudad Condal, como ocurre en toda España, se encuentran vacías por el confinamiento. Sin clientes ni turistas -algunos países han puesto a España en su lista negra como EE UU, Marruecos, Canadá, Jordania, Vietnam, El Salvador, Arabia Saudí o Kazajistán-, los establecimientos se han visto obligados a tomar estas medidas hasta que se solucione la situación.
También se han vaciado los hoteles para poder utilizarlos como hospitales. Algunos empresarios, como Kike Sarasola, han puesto a disposición de Sanidad sus establecimientos si así lo estiman las autoridades.
Causa de fuerza mayor
Mientras tanto, el Gremio de Hoteleros de Barcelona mantiene su silencio ante esta situación. Para la justificación de los ERTE se argumentará el Estado de alarma y causas de fuerza mayor por la pandemia. Es decir, motivos económicos al margen.
Todas estas medidas se tendrán que negociar con los sindicatos, tal y como se estipula en la legislación. Algunas firmas han obligado a sus empleados a consumir período de vacaciones o días de libre designación, que después tendrán que recuperar.
Cierres masivos en el Maresme y Salou
Sin clientes, el Ayuntamiento de Barcelona no cobrará la tasa turística hasta septiembre, una medida de alivio. Ahora esperan, como el resto de sectores, a las medidas económicas del Gobierno tras el Consejo de Ministros. Las principales patronales del país han instado a la Generalitat a reducir drásticamente impuestos y el pago de los mismos para evitar medidas drásticas en las empresas.
La situación es muy similar en otras zonas turísticas, como el Maresme, donde el coronavirus ha hecho estragos en un sector que da por perdida la Semana Santa. En esta zona, los hoteles han cerrado casi de forma simultánea. Los independentistas corrieron este lunes el bulo del cierre de un hotel por un caso de una persona con coronavirus en el hotel Mercury.
En Salou (Tarragona), el cierre de los hoteles ya es un hecho. Algunos establecimientos, como el Jaime I, ya han bajado la persianas hasta finales de mes. Otros, han cerrado hasta el 3 de abril, como el Regente Aragón.