El anuncio del Gobierno de obligar a pasar 14 días de cuarentena a todos los viajeros que lleguen a España procedentes del exterior no solo ha enfurecido al sector turístico, sino que también ha levantado ampollas en países cercanos como Francia, donde el ministro de Interior, Christophe Castaner, ha acusado al Gobierno de haber tomado "una decisión unilateral". Igual de crítico se ha mostrado el hoy concejal de Barcelona pel Canvi y antes primer ministro de Francia, Manuel Valls, quien ha asegurado que estas cuarentenas obligatorias son, además de "una medida absurda", "un pésimo mensaje a todos los turistas potenciales".
Valls ha acusado al Gobierno de Sánchez de no tener una "estrategia clara" y ha recordado que el sector turístico necesita ahora mismo "una ayuda contundente", tal y como se está haciendo en Francia o Italia. "España", ha añadido en un mensaje publicado en su cuenta de Twitter, "necesita confianza y no medidas que crean inseguridad".
https://twitter.com/manuelvalls/status/1261630250007527424?ref_src=twsrc%5Etfw
La Gran Barcelona
El concejal de Barcelona pel Canvi, por otro lado, ha defendido también este sábado el proyecto de reconversión de la actual Área Metropolitana de Barcelona (AMB) en la que ha llamado la "Gran Barcelona". "Barcelona es demasiado pequeña", ha dicho en declaraciones a Efe, "tenemos que apostar por el Gran Barcelona para que la metrópolis actual sea mucho más integrada". Esta Gran Barcelona debería tener, además, "un ejecutivo elegido directamente por los ciudadanos", que sustituya a los organismos que ahora dirigen la AMB, que ha definido como "máquina burocrática".
Valls, por otro lado, ha asegurado que el Gobierno de Ada Colau tendrá el apoyo de los dos concejales de su formación si acepta reformar los presupuestos municipales de este año, aprobados antes de la crisis del COVID-19. En este sentido, el edil de Barcelona pel Canvi ha indicado que la pandemia obliga a "dibujar una nueva estrategia económica, fiscal, del turismo y, sobre todo, cultural" para la ciudad. Y en este último punto ha recordado que sería conveniente recuperar proyectos rechazados por el Gobierno de Colau como la instalación de una sede del Hermitage en la capital catalana. En este sentido, Valls ha mostrado su confianza en que la alcaldesa acepte "pactar" con todos los grupos "no solo para ponerse medallas" sino para "ser útil a todos los barceloneses".
Manuel Valls, finalmente, se ha mostrado partidario de fortalecer el eje Barcelona-Madrid. Algo que, en su opinión, beneficiaría a toda España con el fin de que el país sea "locomotora de la Europa del sur". Además, ha añadido, esta colaboración "facilitaría un mejor entendimiento entre las fuerzas políticas".
