Circular en moto o en ciclomotor por Barcelona se está convirtiendo en una actividad cada vez más peligrosa. Según el último informe de siniestralidad elaborado por la Guàrdia Urbana de Barcelona, casi dos de cada tres fallecidos en los accidentes de tráfico contabilizados en las calles de la ciudad el año pasado (exactamente el 63,63%) eran motoristas. En total, los siniestros de tráfico se cobraron en Barcelona 22 víctimas mortales (una más que en 2018), de las que 14 eran conductores de vehículos de dos ruedas.
El año pasado también fallecieron en accidentes de tráfico en Barcelona cinco peatones, un ciclista, el conductor de un turismo y una pasajera de autobús. Del total de víctimas mortales contabilizadas 19 eran hombres y solo tres, mujeres. La cifra de siniestralidad creció de forma global en la ciudad un 0,77% respecto a los datos registrados en 2018.
Los moteros, tanto a los mandos de motocicletas como de ciclomotores, también fueron el colectivo que acumuló más heridos graves. Durante 2018, un total de 111 pilotos de moto tuvieron que ser hospitalizados durante más de 24 horas después de haber sufrido un accidente de circulación en la ciudad. La cifra supone el 55% de los 202 heridos graves resultantes de siniestros de tráfico en Barcelona, La cifra resulta más preocupante si se compara con los 50 peatones o los solo 20 conductores de coche hospitalizados con heridas graves.
Los primeros usuarios de patinete accidentados
También aparecen por primera vez entre las víctimas de accidentes tres usuarios de patinetes y otros vehículos de Movilidad Personal (VMP), coincidiendo con el notorio auge en el uso de este tipo de ingenios. En el año 2018, ningún VMP se vio involucrado en un accidente con heridos en Barcelona.
Circular por una calles de BArcelona tiene más riesgo que hacerlo por otrasn tanto si se es peatón como conductor. Así, la calle Aragón lidera el ránking de calles más peligrosas para circular, porque el año pasado fue el escenario de 105 accidentes de tráfico. Los puntos con mayor siniestralidad de esta vía fueron la confluencia con la Rambla de Catalunya y el Paseo de Gràcia, además del cruce con las calles Balmes, Roger de Llúria y Lepant. El segundo lugar del podio de siniestralidad lo ostenta la Gran Via, con 58 accidentes (concentrados a la altura de las calles Balmes y Badajoz y del Paseo de Gràcia). Les siguen en número de siniestros el paseo de Gràcia (32), la avenida Diagonal (27) y el cruce de la Ronda General Mitre con la Via Augusta (18).
Entre las causas más frecuentes de los accidentes de trafico de Barcelona sobresale por encima de los demás saltarse un semáforo en rojo, una infracción que estuvo detrás de 228 siniestros, 14 más de los contabilizados en 2018. Cruzar la calle fuera de los pasos de peatones fue la causa de 234 atropellos (20 más que los sumados en todo el 2018), mientras que otros 50 peatones fueron arrollados por andar por la calzada en lugar de por la acera, uno menos que hace dos años.
Las distracciones están detrás de casi 1.500 siniestros viarios
Según los datos recopilados por la Guàrdia Urbana, 1.497 accidentes se produjeron por culpa de una falta de atención o distracción del conductor, 1.245 por no respetarse las distancias de seguridad, otros 1.128 por giros indebidos o mal trazados y 875 por cambios de carril no señalizados o realizados sin la suficiente precaución. El exceso de alcohol fue el detonante de 305 siniestros (a los que hay que sumar otros 29 provocados por el consumo de drogas y medicamentos), 83 tienen relación directa con el mal estado de la calzada o de las señales de tráfico y 45 más tuvieron su origen en el exceso de velocidad.