Un ensayo clínico en el que ha participado el Hospital del Vall d'Hebron de Barcelona ha demostrado que el uso de olaparib, un fármaco que ya se utiliza en el tratamiento de tumores de ovario y mama, también es eficaz en pacientes con cáncer de próstata metastásico avanzado.
Los resultados de este ensayo, en el que participa el grupo de investigación traslacional en cáncer de próstata del Vall d'Hebron Instituto de Oncología (VHIO), han sido publicados en la revista New England Journal of Medicine, y uno de los autores del artículo ha sido el doctor Joaquín Mateo, investigador principal del citado grupo.
Según ha informado hoy miércoles el VHIO en un comunicado, este estudio, que actualmente está en la fase III de su desarrollo, supone la confirmación de que el olaparib es una nueva opción terapéutica para los pacientes con cáncer de próstata que tienen ciertas mutaciones en las células del tumor.
Eficacia de la clasificación molecular
El estudio ha demostrado por primera vez la eficacia de la clasificación molecular de los tumores para la elección de la terapéutica y la mejora de la supervivencia de estos pacientes.
"Entramos en una nueva era en que los test genómicos pasarán a ser parte del manejo para los pacientes con cáncer de próstata y este nuevo tratamiento se incorporará en los estándares de tratamiento para aquellos pacientes que tengan alteraciones en los genes implicados en la reparación del ADN", ha considerado Mateo.
El ensayo se ha hecho en unos 400 pacientes con cáncer de próstata metástasico avanzado con alguna alteración en su tumor en una serie de genes preespecificados relacionados con la reparación del daño al ADN, "unas alteraciones que hacen al tumor más agresivo, pero eso también se convierte en su talón de Aquiles ", ha explicado Mateo.
387 pacientes
Los resultados del olaparib se compararon con pacientes que recibían un nuevo agente hormonal, que podía ser enzalutamida o abiraterona, ambos usados de forma habitual en la práctica clínica.
Olaparib es un fármaco que inhibe la enzima PARP, que ayuda en la reparación del ADN, y su inhibición impide que las células tumorales puedan repararse y, consecuentemente, se destruyan.
Los pacientes del ensayo se dividieron en dos grupos, uno de ellos se denominó A y estaba formada por 245 pacientes que presentaban alteraciones en los genes BRCA1 y BRCA2, que participan en un mecanismo de reparación del daño al ADN llamado "recombinación homóloga", o del gen ATM, que detecta daños en el ADN y activa su reparación.
El otro grupo, llamado cohorte B, de 142 pacientes, estaba formado por pacientes que tenían alguna alteración en cualquiera de los otros 12 genes seleccionados, también relacionados con la reparación del ADN, pero de los que se conocía menos su impacto en el tumor.
Alteraciones en los genes
"Los mejores resultados se han obtenido en aquellos pacientes con alteraciones en los genes BRCA, que fueron los que lograron un mayor beneficio, pero hemos visto efectos también en las demás alteraciones y esto es muy importante. Todavía hay que hacer análisis más detallados, que están en curso, pero la actividad de olaparib en estos pacientes es muy prometedora", ha considerado el investigador.
Los resultados de este ensayo han demostrado la validez del uso de olaparib, logrando reducir hasta un 66% el riesgo de progresión de la enfermedad o de muerte.
Mateo ha precisado que, además, "la media de supervivencia global también se vio incrementada, pasando de los 15,11 meses a los 18,5".